lunes, 2 de marzo de 2015

TRENDING TOPIC

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Muchas de las personas que como yo, hacemos un blog o y nos exponemos en la Red tenemos la poco edificante aunque inofensiva costumbre de mirar las estadísticas de visitas a nuestro entorno de manera periódica. La exposición en la Red es una cesión del copyright, no a una editorial sino a la generalidad; cuando marcas “Editar” pierdes todo control sobre la difusión de tu obra. Aquí no hay presentaciones de libro, charlas, contratos, precontratos ni nada de nada. Y, debes de ser consciente de que, aunque tienes la opción de retirar una entrada de tu blog en cualquier momento, desde el instante en que ha sido expuesto, ya ha podido ser reenviado y guardado por otras personas, con lo que la pérdida del control es efectiva. Tengo que confesar que la sensación al mirar las estadísticas es ambigua. Por un lado, quien escribe opinión y artículos informativos (tambié ficción) desea que los  “posts” sean leídos. Esto es halagador para el autor y alienta a seguir escribiendo, opinando. Por otro lado, el autor es consciente de  que corre el riesgo de que algún día, sin saber muy bien por qué, se encuentre, al mirar sus estadísticas, que su tema se ha convertido en viral. Es como si su pequeño mundo, por arte de no se sabe bien qué, pudiera mudarse, de un día para otro, en un fenómeno de masas. No sé si esta es una sensación agradable o no –yo, por supuesto, y dado el contenido de mis artículos, no la experimentaré- pero sí que intuyo que es inquietante y hasta aterradora.


Regla Martínez Tejada, es una chica de Sanlúcar de Barrameda licenciada en Periodismo y con un máster en Comunicación Corporativa, trabajo que ejerce como autónoma. Estaba cabreada porque le habían subido la cuota de autónoma a casi 290 euros al mes y escribió ese día en su blog una entrada titulada Cuánto tiene que ingresar un autónomo para ganar 938 euros al mes. En el artículo, la autora se queja de manera indignada de  cómo para poder ganar la cantidad señalada tiene que facturar 2000 euros al mes, cosa que como yo y muchos considera inaceptable.


En la entrada incluye el cuadro proporcionado por su asesor fiscal y es tan claro, su petición tan justa y la explicación tan sencilla y sincera que su página tuvo 1.2 millones de visitas en tres días. Ni se sabe las que suma a día de hoy. Se había convertido en un fenómeno viral. La gente, la República del pueblo, había decidido per se, y sin la guía de nadie, que el artículo de la chica de Sanlúcar era más interesante, noticiable, actual o llámenle como quieran que aquello que los apóstoles de Prisa, Vocento, Mediaset y otros prebostes del cuarto poder hubieran decidido que sería nuestra píldora de actualidad del día.

Así se difunden las noticias hoy en día, o más acertadamente, las corrientes de opinión.
El otro caso de furor en la red es el ya manido del color del vestido. El asunto es inane. Una mujer lleva un vestido (de unos 70 euros) a una boda y otra persona sube a la red la foto del mismo y pregunta al personal por el color, ya que en su grupo no habían logrado ponerse de acuerdo al respecto.

No daré cifras del asunto del vestido porque no las tengo a mano y considero, dado el interés del tema, un ejercicio vacuo hacerlo, pero deben de ser fabulosas. El asunto abrió telediarios y otros programas en todo el mundo, con lo que el número de visitas en Internet ha debido estar en cifras de cientos de millones, lo cual es absurdo.

El mundo se ha dividido –de manera fugaz, gracias a Dios- entre los BBSs (Black and Blue) y los GWs (Gold and White), cuando en realidad todo se debe a la iluminación. Al parecer, sobreexpuesto a la luz se ve blanco y oro y con luz natural y, sobre todo, tenue de interior, azul y negro.

Pero dentro de la irrelevancia del tema. ¿qué ha hecho que un asunto tan trivial se convierta en viral? Según Zimmerman (no confundir con Robert Zimmerman, de Minnesota, alias Bob Dylan), experto en temas de contenido viral en Internet “…tiene todas las cualidades de un éxito viral: es tonto, divide, es visual y compartible”.
Ya ven: las grandezas y miserias de la República Mundial de Internet. Rita estará agradecida de que el insulso color de un vestido haya acabado con su reinado en los espacios virtuales gracias al celebrado "caloret d´hivern".

Román Rubio
Marzo 2015


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