ITALIA
Italia, como es sabido, es un país
económicamente partido en dos mitades norte-sur. También ocurre lo mismo con
España, pero no con la claridad y virulencia como se produce en la República
italiana.
Mientras que prácticamente todas las
regiones del norte superan ampliamente el PIB medio por habitante de Europa,
todas las regiones del sur de la bota están por debajo de la media. Tomemos como
medida el llamado estándar de poder de compra –PPS (Purchasing Power Standard) en inglés. Considerando
el nivel medio europeo en una cantidad igual a 100, tenemos que Lombardía
(Milán) con 133, Veneto (Venecia) 120, Piemonte (Turín) 111, Liguria (Génova)
111 y Friuli (Udine) 116, es decir, las regiones que conforman la Padania- o
valle del Po- superan ampliamente la media europea en términos de riqueza. En
una versión extendida de la Padania que
incluyera las regiones de Emilia Romana (Bolonia) y Toscana (Florencia) con
cifras de 127 y 114 en el índice de nivel de vida seguiríamos estando
claramente en un nivel alto, por encima de la media europea. De ahí hacia el
Sur todas las demás regiones puntúan por debajo de la media excluyendo el Lazio (Roma), quizá por el
efecto capital.
¿Cuál es el panorama de la Italia al sur
del Lazio? En lo que se refiere al nivel de vida, desolador si se le compara
con la mitad norte. Veamos: Campania (Nápoles) puntúa 67, la mitad casi exacta
que Lombardía, y no se trata de una pequeña región escondida semirural y
alejada del mar y de las vías de comunicación, no. Se trata de una región con
una extensión de aproximadamente la mitad que la Comunidad Valenciana pero con
una población de unos siete millones (como Cataluña). Abruzzo (86), Puglia
(69), Basilicata (75), Cerdeña (80), Calabria (68) y Sicilia (68) conforman
todas el mezziogiorno soleado y pobre.
Para hacernos una idea de las diferencias
italianas compararemos los datos con los de regiones españolas. Por ejemplo:
Comunidad Valenciana (91) y Murcia (86)
están bien por encima de todas las regiones del mezziogiorno. Andalucía (79) es
considerablemente más próspera que las dos grandes regiones del sur italiano-
Campania y Sicilia- a las que supera en 12 y 13 puntos; en fin, todo un mundo
de diferencias norte sur que suponen una fractura en el bello país del arte.
¿Qué podría suponer para Italia la
segregación de la Padania? Un desastre económico especialmente para el sur que,
privado del uso de su parte en los impuestos recogidos a nivel nacional, vería
cómo sus servicios se deteriorarían aún más y serían aún más pasto de las prácticas
corruptas y mafiosas. ¿Que supondría para el norte? En principio tendrían más
liquidez para mejorar sus servicios e incluso aumentar el nivel de vida. Ahora
bien, el sur seguiría siendo objeto prioritario de ayudas por parte de la Unión
Europea con lo que el norte italiano tendría que seguir contribuyendo, como
país rico, en el desarrollo del sur, aunque ahora por medio de Bruselas. La
toma de decisiones, ahora centrada en Roma, se trasladaría a Bruselas y
Estrasburgo. Mal negocio. Además, al no poder establecer una frontera dentro
del marco europeo y compartir la misma lengua- con el permiso de los dialectos- el norte estaría siempre
expuesto al flujo continuo de ciudadanos del sur como ya ocurriera en las numerosas
migraciones internas de los años sesenta (Rocco y sus hermanos…).
Este panorama invita a repensar el asunto
de las independencias, lo que sería una buena estrategia también en el
escenario español, que si bien con unas diferencias más aminoradas, también
exhibe diferencias norte-sur.
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