CONTAMINACIÓN ACÚSTICA vs RUIDO
¿Por qué digo contaminación acústica cuando quiero
decir ruido? Se me ocurren dos o tres razones y todas ellas me llevan a la
cursilería y el esnobismo de los hablantes. Veamos: en primer lugar, ruido, el
humilde ruido es una palabra llana y por tanto común; las palabras llanas son
las más corrientes de la lengua española y en consecuencia las más naturales
fonéticamente y más fáciles en el discurso; y común, en la idiosincrasia del
esnob, es sinónimo de vulgar.
Contaminación, sin embargo, es aguda y terminada en on, lo que le confiere rotundidad y
valor. En cuanto a la palabra acústica tiene raíz latina culta y es esdrújula;
y estas son las menos comunes en la lengua española. Por el hecho de serlo es
también polisílaba y ya se sabe que las palabras con muchas sílabas y
esdrújulas, por la mayor dificultad de su aprendizaje y uso pertenecen a la
gente con estudios, en tanto que las pobres llanas de pocas sílabas eran/son de uso del pueblo
llano, hasta hace poco, semianalfabeto. Semánticamente la expresión
contaminación acústica tiene connotaciones conservacionistas y ecológicas, lo que
le añade categoría. Y, en fin, ¿quién querría decir las cosas de manera simple,
corta y clara si se pueden decir de manera más larga, confusa y sofisticada?
¿Para qué fui a Salamanca sino para
hacerlo notar?.
Hay otros asuntos lingüísticos –léxicos, más bien-
que me gustaría comentar. Uno de ellos es el uso indebido de palabras que
llevan a distorsionar o a desvirtuar el significado de algunas de ellas, por
ejemplo: fascista y/o nazi.
¿Que el vecino de la puerta cuatro pone letreros en
el ascensor indicando que ha encontrado colillas en el portal de la finca? Es
un fascista. ¿Qué el Director del Instituto retira el papel higiénico de los
retretes del centro, facilitándolo en conserjería, tras comprobar que
indefectiblemente los rollos acababan en el sumidero cada día, todos los días,
a la ,digamos, media hora de haber sido emplazados en su sitio natural? ¡Un
nazi, el tío! ¿Que un padre fuerza a su hijito de 39 años, todavía viviendo en
el hogar familiar, a volver a casa antes de medianoche? ¡Fascistón! Fascista
llamó Celia Villalobos a Bono por un "quítame esas pajas". A Esperanza Aguirre,
Podemos y su convocatoria de manifestación le recuerda a la Marcha sobre Roma
de Mussolini, Wert llama fascistas a los alumnos que no le dejan hablar con sus
abucheos, y todos los demás llaman fascistas o nazis a los alcaldes de Vitoria –señor
Maroto- y Valladolid –León de la Riva- al primero por unas declaraciones respecto a
los inmigrantes, al segundo cada vez que abre la boquita.
A ver: para llamar a alguien fascista debe ser, en
primer lugar, fascista. Para ello debería pertenecer al Partido Fascista,
Nacionalsocialista o Falangista en sus actuales formas y presentaciones. En
caso de no serlo, deberían al menos participar de su ideología, que resumiría
en: culto a la patria, disposición revolucionaria, oposición a la forma
democrática convencional, oposición visceral al comunismo, culto a la autoridad
(caudillaje), disciplina y ejercicio de la violencia redentora. ¡Ahí tenemos a
un fascista! Con un poquito de adoración a la raza y a la creencia de su
superioridad hegemónica extra, tenemos al típico nazi, y si le añadimos el
catolicismo beato y beligerante, al falangista.
Todo lo demás es otra cosa. Autoritario, imprudente,
torpe, malintencionado o delincuente, pero no fascista. Si Floriano se refiere
una y otra vez a un partido rival como “Siudatans”, se le podrá tachar de
ignorante, disléxico o descuidado en su lenguaje, pero desde luego, no de nazi
y el hecho de que Bono (el manchego, no el de Dublín) manifieste su afecto por los
implantes capilares y por su Ejpaña,
tampoco. El hachazo de Rita Barberá a la lengua autóctona de su ciudad tampoco
la cualifica como fascista, a pesar de que su padre, como el de Bono y tantos
otros de la época sí que fueran Falangistas. Y por mucho que se empeñe
Alejandro Sanz, los portales de descargas gratuitas en Internet no son
fascistas. Quizás sean injustos y puede que no favorezcan la creación de
material artístico, o sí, pero desde luego, tienen poco que ver con el
fascismo.
Román Rubio
@roman_rubio
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Febrero 2015
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