LA CANCIÓN DEL
VERANO
Va apretando la caló y la canción del verano, de
manera inevitable, desde algún lugar nos acecha. Encontreme hace poco rememorando
con un amigo las jugosas e inspiradoras
letras que acompañan a los animados ritmos del verano tratando de decidir cual
expresa un contenido más poético, artístico y profundo. Mi amigo (que me
confesó no ser lector de este blog, pero que un día lo será) se inclinaba por
una canción de Lolita ¿o era de Lola, Lola Flores?, –no estoy seguro-. Aquella
de:
“Sarandonga nos vamos a comer/ Sarandonga un arroz
con bacalao
Sarandonga en lo alto del puerto ¿?/ Sarandonga que
mañana es domingo
Sarandonga cuchibiri cuchibiri/ Sarandonga cuchibiri cuchibiri”
Y continúa la oda con la siguiente estrofa, máxima
expresión de la filosofía popular:
“Cuando yo tenía dinero me llamaban don Tomás
Cuando yo tenía dinero me llamaban don Tomás
Ahora que ya no lo tengo me llaman tomás na’má”
Yo alegué que,
aunque buena, no alcanzaba las cotas de expresión minimalista y profunda, zen,
diría yo –como un haiku-, que los Chunguitos transmiten con los excelsos versos
de:
“Me sabe a humo / me sabe a humo
Los cigarrillos que yo me fumo”
¿Se puede
decir más con menos? Los mismos Chunguitos son autores de aquella otra estrofa
memorable:
“Que pena me da/ El día que me echen el guante y no
tenga libertá”
Que no
considero en el ránking por acoger un
mensaje demasiado explícito.
Así, de vuelta
en casa, tras profunda meditación acerca de cuál había sido la canción con un mensaje más inspirado en su lirismo, y
tras desechar estupendas canciones como el “Achilipú”
de las Grecas y el “Casatschok” de
Georgie Dann, decidí que la cima a la que había llegado la canción del verano y
que aún no se ha sido superada fue, sin duda, el “Aserejé” de las Kétchup.
El estribillo,
sin desperdicio alguno, dice así:
Aserejé ja de
je /de jebe tu de jebere/ seiviounouva majavi
An de bugui an
de güididipi …
Y así, hasta tres
veces repitiendo este claro y contundente mensaje. Para que quede bien grabado
en el disco duro del oyente y cale la misiva. La canción se grabó en tres
versiones: español (o lo que sea), portugués y –mi favorita-, spanglish,
llegando a vender más de siete millones de sencillos y alcanzando el número uno
de las listas en más de veinte países.
Tan
controvertido y desconcertante mensaje parece ser merecedor de una pequeña
investigación para desentrañar el origen: se trata de una adaptación fonética a la andaluza de la estupenda Rapper´s Delight de
la banda afroamericana de hip hop Sugarhill Gang, cuyo líder y compositor Henry
Jackson (Big Bank Hank) murió en 2014
a la edad de 57 años. El estribillo del grupo americano que dio origen al
mensaje de las Ketchup dice así:
“I said a hip hop,
the/ hippie, the hippie to the
hip hop hoppa ya don’t/
stop the rocking to the
bang- bang boogie said
up/ jumps the boogie to the
rhythm of the boogie
the beat
https://www.youtube.com/watch?v=tAnojTvyc0g
Lo que parece tener el mismo sentido que la versión autóctona, si no menos.
https://www.youtube.com/watch?v=tAnojTvyc0g
Lo que parece tener el mismo sentido que la versión autóctona, si no menos.
Ya sé que estoy tratando un tema polémico y ante el que hay gran variedad
de opiniones. Habría quien apostaría por
“coge tu sombrero y póntelo/ vamos a la playa calienta el sol/ chiribiribí,
poromponpó/ chiribiribí/ porompompó” (una obviedad), otros por el “one two three, caramba” de las Grecas o hasta por “mi carro me lo robaron” del gran
Escobar.
Me gustaría contar en este asunto con la ilustre opinión de José María Íñigo,
verdadero especialista en el tema, con erudición acreditada en sus
colaboraciones en el festival de Eurovisión y otros eventos. Sospecho que su
elección sería la que da entrada a su sección del programa de las mañanas del
fin de semana en RNE y que dice así: “chupa
la gamba -Mª Luisa-, chupa la gamba -Mª Luisa-, chupa la gamba chúpala”.
Contundente y lírico mensaje, vaya que sí.
Román Rubio
#roman_rubio
Julio 2015
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