viernes, 22 de enero de 2016

NOTICIAS Y NOTICIEROS

NOTICIAS Y NOTICIEROS


Hay noticias que no se entienden. No hablo de los hechos, sino de la manera de contarlos. En este último mes, por razones que no vienen al caso no he estado pendiente de la prensa escrita que es la que suele dar proporcionar esos detalles aclaradores del tendencioso e insípido titular que nos da el Telediario televisivo. Pondré un ejemplo: más o menos por el día de Reyes apareció la lamentable noticia de las agresiones sexuales a mujeres en varias ciudades alemanas, sobre todo en Colonia, perpetradas presuntamente por hombres de apariencia norteafricana en la Nochevieja. Confieso que, como carne de telediario, admití ante unos amigos el otro día que no sabía qué demonios había ocurrido. El resultado está claro: un número de denuncias que ascienden a 766, de las que casi 500 son por agresión sexual  y la inevitable tormenta política, pero ¿qué ha ocurrido en realidad?, ¿cuál es el contexto en el que se produjo esta lamentable situación? ¿Se trataba de un grupo de hombres quienes perpetraron las agresiones o era una situación generalizada de hombres (norteafricanos) contra mujeres? ¿Estamos hablando de tocamientos hechos como al descuideo o de acorralamientos haciendo uso de la fuerza y violación o intento con amenazas? ¿Todos los hombres del lugar eran árabes y las mujeres europeas o había hombres europeos también y mujeres de origen meridional? Y en ese caso, ¿qué papel desempeñaron unos y otras? ¿Respondía la acción a algo planificado de antemano o fue producto de un contagio espontáneo y “festivo” como dicen que ocurre en los sanfermines? Si responde a un plan, ¿de quién? En fin, todas estas preguntas quedaron sin contestar en mi entendimiento.
Para paliar este déficit y poder escribir este artículo me he ido a Internet y consultado algunas reseñas de los periódicos y ahora, con muchos más datos, tengo mi interpretación  -“el contexto”-  que no expondré aquí para no interferir con sus propias conclusiones (si las tienen).
Veamos cómo lo cuenta Hermann Tertsh en el ABC del día 10:
“masiva agresión sexual contra cientos de mujeres alemanas por parte de cerca de mil inmigrantes, gran parte de ellos refugiados llegados en los pasados meses…” ¡A ver, señor Tersch!, el día 18 se produjo la primera detención de un hombre al que se acusa de hechos relacionados con aquella noche y sí, efectivamente se trata de un refugiado acogido en un centro, pero ¿cómo puede usted aventurar a nueve días de que trascendiera la información que “la mayoría de los cerca de mil inmigrantes” fueran refugiados y, además, llegados recientemente? ¿No le parece un poco precipitado y tendencioso? Ya ven a lo que me refiero. Y continúa el periodista de ABC: “grupos de hombres extranjeros aterrorizaron, con el uso de inaudita violencia, osadía y procacidad, a mujeres, hombres que intentaron ayudar y a una policía alemana…” ¡Alto ahí!; en el contexto de una situación de casi 500 agresiones sexuales ¿cómo se explica que “una” policía alemana (supongo que se refiere a una agente) y “sólo una” fuera víctima de inusitada violencia, osadía y procacidad? ¿Qué hacían entretanto “los otros” policías,  hombres o mujeres? ¿Permitir que los violentos, osados y procaces extranjeros agredieran a “una” valiente muchacha en uniforme? ¿O iba sola y sin radio? Como ven, a pesar de la valiosa ayuda del señor Tersch, todavía quedan muchas incógnitas por despejar.


Otra información reciente destacada ha sido la detención (y posterior liberación mediante 5.000 euros de fianza por cabeza) de tres bomberos andaluces en la costa griega de la isla de Lesbos. El telediario público la presentó de la siguiente guisa: tres bomberos “españoles” que se encontraban en labores de asistencia a los refugiados que se juegan la vida en el mar entre Turquía y Grecia han sido detenidos acusados de un delito de tráfico de personas y otro de tenencia ilícita de armas. Acompañada la entrada de imágenes de personas que, como nuestros héroes, se dedican a recibir, dar asistencia, calor y abrigo a los huérfanos del destino, la noticia nos induce a pensar en un despiadado y pérfido Leviatán apresando a unos ángeles sevillanos prácticamente por el hecho…de ser españoles.


En ningún momento oí que la demoníaca fuerza antiespañola fuera la temible Guardia Costera Griega, que lidia a diario con la entrada de unas 1.000 o 1.500 personas desde el lado turco, que los españoles estuvieran acompañados en tan noble tarea por otros dos voluntarios daneses (a quienes ni se mencionó), ni se nos informó de si tenían o no permiso (o conocimiento al menos) de las autoridades griegas para llevar a cabo tan humanitaria labor. La entrada del telediario tampoco nos informó de cuántas personas o ONG están en el lugar interviniendo y si lo hacen o no bajo la coordinación de la Autoridad Costera, que es en definitiva la que debe garantizar la seguridad en la zona. Estos detalles y no el hecho de que se tratara de “españoles” parecen irrelevantes para los redactores del ente público. Para mí en cambio son esenciales para poderme formar una opinión, más que el hecho de que los detenidos sean de Carmona o de Tudela.
Y es que, para una gran parte de la opinión pública española (y de la prensa), cualquier cargo contra un español en el extranjero parece ser una ofensa personal y directa contra la persona en particular y España en general. Los españoles en el corredor de la muerte de las cárceles americanas son todos inocentes y los ciclistas y atletas patrios no se dopan. Nunca. Es la manía que nos tienen los franceses, la perfidia de los ingleses, el menosprecio de los americanos, la arrogancia de los alemanes y la osadía de los griegos la causa de nuestras desdichas, pero nosotros… ¡si todo lo hacemos bien!

Román Rubio
@roman_rubio
Enero 2016 

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