NOTICIAS Y
NOTICIEROS
Hay noticias
que no se entienden. No hablo de los hechos, sino de la manera de contarlos. En
este último mes, por razones que no vienen al caso no he estado pendiente de la
prensa escrita que es la que suele dar proporcionar esos detalles aclaradores
del tendencioso e insípido titular que nos da el Telediario televisivo. Pondré
un ejemplo: más o menos por el día de Reyes apareció la lamentable noticia de
las agresiones sexuales a mujeres en varias ciudades alemanas, sobre todo en
Colonia, perpetradas presuntamente por hombres de apariencia norteafricana en
la Nochevieja. Confieso que, como carne de telediario, admití ante unos amigos
el otro día que no sabía qué demonios había ocurrido. El resultado está claro:
un número de denuncias que ascienden a 766, de las que casi 500 son por
agresión sexual y la inevitable tormenta
política, pero ¿qué ha ocurrido en realidad?, ¿cuál es el contexto en el que se
produjo esta lamentable situación? ¿Se trataba de un grupo de hombres quienes
perpetraron las agresiones o era una situación generalizada de hombres
(norteafricanos) contra mujeres? ¿Estamos hablando de tocamientos hechos como
al descuideo o de acorralamientos
haciendo uso de la fuerza y violación o intento con amenazas? ¿Todos los
hombres del lugar eran árabes y las mujeres europeas o había hombres europeos
también y mujeres de origen meridional? Y en ese caso, ¿qué papel desempeñaron
unos y otras? ¿Respondía la acción a algo planificado de antemano o fue
producto de un contagio espontáneo y “festivo” como dicen que ocurre en los
sanfermines? Si responde a un plan, ¿de quién? En fin, todas estas preguntas
quedaron sin contestar en mi entendimiento.
Para paliar
este déficit y poder escribir este artículo me he ido a Internet y consultado
algunas reseñas de los periódicos y ahora, con muchos más datos, tengo mi interpretación -“el contexto”- que no expondré aquí para no interferir con
sus propias conclusiones (si las tienen).
Veamos cómo lo
cuenta Hermann Tertsh en el ABC del día 10:
“masiva agresión sexual contra cientos de mujeres alemanas por parte de cerca de mil inmigrantes, gran parte de ellos refugiados llegados en los pasados meses…” ¡A ver, señor Tersch!, el día 18 se produjo la primera detención de un hombre al que se acusa de hechos relacionados con aquella noche y sí, efectivamente se trata de un refugiado acogido en un centro, pero ¿cómo puede usted aventurar a nueve días de que trascendiera la información que “la mayoría de los cerca de mil inmigrantes” fueran refugiados y, además, llegados recientemente? ¿No le parece un poco precipitado y tendencioso? Ya ven a lo que me refiero. Y continúa el periodista de ABC: “grupos de hombres extranjeros aterrorizaron, con el uso de inaudita violencia, osadía y procacidad, a mujeres, hombres que intentaron ayudar y a una policía alemana…” ¡Alto ahí!; en el contexto de una situación de casi 500 agresiones sexuales ¿cómo se explica que “una” policía alemana (supongo que se refiere a una agente) y “sólo una” fuera víctima de inusitada violencia, osadía y procacidad? ¿Qué hacían entretanto “los otros” policías, hombres o mujeres? ¿Permitir que los violentos, osados y procaces extranjeros agredieran a “una” valiente muchacha en uniforme? ¿O iba sola y sin radio? Como ven, a pesar de la valiosa ayuda del señor Tersch, todavía quedan muchas incógnitas por despejar.
“masiva agresión sexual contra cientos de mujeres alemanas por parte de cerca de mil inmigrantes, gran parte de ellos refugiados llegados en los pasados meses…” ¡A ver, señor Tersch!, el día 18 se produjo la primera detención de un hombre al que se acusa de hechos relacionados con aquella noche y sí, efectivamente se trata de un refugiado acogido en un centro, pero ¿cómo puede usted aventurar a nueve días de que trascendiera la información que “la mayoría de los cerca de mil inmigrantes” fueran refugiados y, además, llegados recientemente? ¿No le parece un poco precipitado y tendencioso? Ya ven a lo que me refiero. Y continúa el periodista de ABC: “grupos de hombres extranjeros aterrorizaron, con el uso de inaudita violencia, osadía y procacidad, a mujeres, hombres que intentaron ayudar y a una policía alemana…” ¡Alto ahí!; en el contexto de una situación de casi 500 agresiones sexuales ¿cómo se explica que “una” policía alemana (supongo que se refiere a una agente) y “sólo una” fuera víctima de inusitada violencia, osadía y procacidad? ¿Qué hacían entretanto “los otros” policías, hombres o mujeres? ¿Permitir que los violentos, osados y procaces extranjeros agredieran a “una” valiente muchacha en uniforme? ¿O iba sola y sin radio? Como ven, a pesar de la valiosa ayuda del señor Tersch, todavía quedan muchas incógnitas por despejar.
Otra
información reciente destacada ha sido la detención (y posterior liberación
mediante 5.000 euros de fianza por cabeza) de tres bomberos andaluces en la
costa griega de la isla de Lesbos. El telediario público la presentó de la
siguiente guisa: tres bomberos “españoles” que se encontraban en labores de asistencia
a los refugiados que se juegan la vida en el mar entre Turquía y Grecia han
sido detenidos acusados de un delito de tráfico de personas y otro de tenencia
ilícita de armas. Acompañada la entrada de imágenes de personas que, como
nuestros héroes, se dedican a recibir, dar asistencia, calor y abrigo a los
huérfanos del destino, la noticia nos induce a pensar en un despiadado y
pérfido Leviatán apresando a unos ángeles sevillanos prácticamente por el hecho…de
ser españoles.
En ningún
momento oí que la demoníaca fuerza antiespañola fuera la temible Guardia
Costera Griega, que lidia a diario con la entrada de unas 1.000 o 1.500
personas desde el lado turco, que los españoles estuvieran acompañados en tan
noble tarea por otros dos voluntarios daneses (a quienes ni se mencionó), ni se
nos informó de si tenían o no permiso (o conocimiento al menos) de
las autoridades griegas para llevar a cabo tan humanitaria labor. La entrada
del telediario tampoco nos informó de cuántas personas o ONG están en el lugar
interviniendo y si lo hacen o no bajo la coordinación de la Autoridad Costera,
que es en definitiva la que debe garantizar la seguridad en la zona. Estos
detalles y no el hecho de que se tratara de “españoles” parecen irrelevantes
para los redactores del ente público. Para mí en cambio son esenciales para
poderme formar una opinión, más que el hecho de que los detenidos sean de
Carmona o de Tudela.
Y es que, para
una gran parte de la opinión pública española (y de la prensa), cualquier cargo
contra un español en el extranjero parece ser una ofensa personal y directa
contra la persona en particular y España en general. Los españoles en el
corredor de la muerte de las cárceles americanas son todos inocentes y los
ciclistas y atletas patrios no se dopan. Nunca. Es la manía que nos tienen los
franceses, la perfidia de los ingleses, el menosprecio de los americanos, la
arrogancia de los alemanes y la osadía de los griegos la causa de nuestras
desdichas, pero nosotros… ¡si todo lo hacemos bien!
Román Rubio
@roman_rubio
Enero 2016
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