lunes, 20 de abril de 2015

DE GRAFFITIS Y PAPARAZZI

DE GRAFFITIS Y PAPARAZZI


En el programa de Ana Pastor del domingo 19 de Abril, en la 6ª, exhibieron un vídeo de 1990 en la que una bisoña Esperanza Aguirre, entonces Concejala del Ayuntamiento de Madrid, confrontaba  punto de vista con un famoso grafitero (o street artist, como quieran) de la época cuyo nombre no retuve. El cambio físico que experimenta una persona en un periodo así, de 25 años, es manifiesto, aunque la esencia de la personalidad permanece. La jovencita en pantalla, sin arrugas, discreta en su expresión hasta casi el recato, con un vestido verde imposible en su anacronismo y ladeada sonrisa era ella, tal cual es hoy en día, con un poquito menos de desparpajo, que se adquiere con los años. Sin duda alguna.


 El presentador del programa grabado tuvo que consultar el papel que tenía sobre su mesa, pues no se sabía el nombre de la joven concejala. ¡Ya lo aprendería, ya! Quizás en aquel momento, el periodista con bigote de la época (no, no era Íñigo) no era capaz de ver el halo que rodeaba la cabeza de la chica del vestido verde, que había sido tocada por el dedo de Zeus y que veíamos claramente los espectadores del programa de Ana Pastor, veinticinco años más tarde, claro. ¡A cojón visto, macho seguro.





El tema de la discusión era “los graffitis” que, al parecer, en la época cubrían las fachadas y vallas de la ciudad de Madrid. El grafitero (perdonen la palabra, pero me resisto a llamarle artista)) defendía el papel decorativo del asunto mientras la concejala objetaba del mismo y se resistía (con un criterio que apruebo) a llamar graffitis a lo que ella consideraba carteles. No sé qué quieren que les diga, pero a mí los plurales italianos españolizados no me gustan nada. “Graffitis” me hiere el oído, puesto que graffiti –tanto en italiano, que es la lengua origen como en inglés (americano), que es de donde la hemos importado- es ya plural, con lo que la “s” final es redundante y a muchos nos rechina. Como nos rechinan los paparazzis que atosigan a los famosos. Comoquiera que el paparazzo parece ser un tipo gregario, se junta con otro y otra de la misma profesión y forman un grupo de paparazzi, o paparazzis, como dice algún papa…nata, de la misma manera que un ragazzo  y una ragazza, o varios, forman un grupo de ragazzi, que juntos, cuando tienen hambre toman una cerveza (birra), o varias (birre)  y comen un buen plato de spaghetti –y no de espaguetis-, aunque si son alle vongole y acompañados de una botella de prosecco, bienvenidos sean.



Otros plurales que causan problemas y nos hacen rechinar los oídos a ciertas personas son los plurales de palabras latinas neutras como currículum o referéndum. En mis largos años de docente he conocido algunos Inspectores de Educación. Uno de ellos, redicho y pagado él, que provocaba hilaridad entre el alumnado cuando se presentaba en el aula con gafas de sol de las que son como viseras superpuestas a los cristales de ver, consciente del prominente lugar que su cargo le otorgaba en el trato con el simple docente, se empeñaba una y otra vez en llamar “currícula” a los mucho más llanos y sencillos currículos de las diferentes áreas. Esperé en la conversación para ver como nombraba el singular y respiré con alivio cuando le oí decir currículum. Al menos el hombre, si bien algo pretencioso era consecuente: currícula es el plural de currículum, de la misma manera que currículos lo es de currículo, de modo que  nada que objetar.

Si se produjera un referéndum en Cataluña, el resultado sería incierto (gracias, entre otras cosas, al subidón de Ciudadanos), pero si se repitiera, haríamos dos referenda. O bien, podríamos convocar un referendo y si sale mal (o con resultado poco deseable) convocar otro, y ya tendríamos dos referendos, más acordes con las reglas morfológicas castellanas, aunque con el mismo incierto resultado político.

Además de los currículos y los referendos ( con uno o más ítems), también tenemos los memorándums (o memoranda), los corpus y los córpora y los data, que para los informáticos siempre ha sido el conjunto de datos (plural de datum) y para mis alumnos, valencianos ellos, ha sido un enigma: parecía querer decir conjunto de datos y fecha al mismo tiempo. ¡Hay que ver, qué cosas!

Román Rubio
Abril 2015 

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