DE GRAFFITIS Y
PAPARAZZI
En el programa
de Ana Pastor del domingo 19 de Abril, en la 6ª, exhibieron un vídeo de 1990 en
la que una bisoña Esperanza Aguirre, entonces Concejala del Ayuntamiento de
Madrid, confrontaba punto de vista con
un famoso grafitero (o street artist, como quieran) de la época cuyo nombre no retuve. El cambio físico que
experimenta una persona en un periodo así, de 25 años, es manifiesto, aunque la
esencia de la personalidad permanece. La jovencita en pantalla, sin arrugas,
discreta en su expresión hasta casi el recato, con un vestido verde imposible
en su anacronismo y ladeada sonrisa era ella, tal cual es hoy en día, con un
poquito menos de desparpajo, que se adquiere con los años. Sin duda alguna.
El presentador del programa grabado tuvo que
consultar el papel que tenía sobre su mesa, pues no se sabía el nombre de la
joven concejala. ¡Ya lo aprendería, ya! Quizás en aquel momento, el periodista
con bigote de la época (no, no era Íñigo) no era capaz de ver el halo que
rodeaba la cabeza de la chica del vestido verde, que había sido tocada por el
dedo de Zeus y que veíamos claramente los espectadores del programa de Ana
Pastor, veinticinco años más tarde, claro. ¡A cojón visto, macho seguro.
El tema de la
discusión era “los graffitis” que, al
parecer, en la época cubrían las fachadas y vallas de la ciudad de Madrid. El
grafitero (perdonen la palabra, pero me resisto a llamarle artista)) defendía
el papel decorativo del asunto mientras la concejala objetaba del mismo y se
resistía (con un criterio que apruebo) a llamar graffitis a lo que ella consideraba carteles. No sé qué quieren que
les diga, pero a mí los plurales italianos españolizados no me gustan nada. “Graffitis” me hiere el oído, puesto que graffiti –tanto en italiano, que es la
lengua origen como en inglés (americano), que es de donde la hemos importado-
es ya plural, con lo que la “s” final es redundante y a muchos nos rechina.
Como nos rechinan los paparazzis que
atosigan a los famosos. Comoquiera que el paparazzo
parece ser un tipo gregario, se junta con otro y otra de la misma profesión y
forman un grupo de paparazzi, o paparazzis, como dice algún papa…nata, de
la misma manera que un ragazzo y una ragazza,
o varios, forman un grupo de ragazzi,
que juntos, cuando tienen hambre toman una cerveza (birra), o varias (birre) y comen un buen plato de spaghetti –y no de espaguetis-, aunque si son alle vongole y acompañados de una botella de prosecco, bienvenidos sean.
Otros plurales
que causan problemas y nos hacen rechinar los oídos a ciertas personas son los
plurales de palabras latinas neutras como currículum o referéndum. En mis
largos años de docente he conocido algunos Inspectores de Educación. Uno de
ellos, redicho y pagado él, que provocaba hilaridad entre el alumnado cuando se
presentaba en el aula con gafas de sol de las que son como viseras superpuestas
a los cristales de ver, consciente del prominente lugar que su cargo le
otorgaba en el trato con el simple docente, se empeñaba una y otra vez en
llamar “currícula” a los mucho más llanos y sencillos currículos de las
diferentes áreas. Esperé en la conversación para ver como nombraba el singular
y respiré con alivio cuando le oí decir currículum.
Al menos el hombre, si bien algo pretencioso era consecuente: currícula es el
plural de currículum, de la misma manera que currículos lo es de currículo, de
modo que nada que objetar.
Si se
produjera un referéndum en Cataluña,
el resultado sería incierto (gracias, entre otras cosas, al subidón de
Ciudadanos), pero si se repitiera, haríamos dos referenda. O bien, podríamos convocar un referendo y si sale mal (o
con resultado poco deseable) convocar otro, y ya tendríamos dos referendos, más
acordes con las reglas morfológicas castellanas, aunque con el mismo incierto
resultado político.
Además de los
currículos y los referendos ( con uno o más ítems), también tenemos los
memorándums (o memoranda), los corpus y los córpora y los data, que para los
informáticos siempre ha sido el conjunto de datos (plural de datum) y para mis
alumnos, valencianos ellos, ha sido un enigma: parecía querer decir conjunto de
datos y fecha al mismo tiempo. ¡Hay que ver, qué cosas!
Román Rubio
Abril 2015
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