TRICKLE-DOWN / TRICKLE-UP
En ocasiones, no numerosas, me topo con la expresión
inglesa tricklle-down, o trickle-down
effect en la prensa española. Su uso,
sin embargo, está restringido al lenguaje periodístico y no ha llegado al
lenguaje hablado, de la calle. Todavía. La traducción más común y acertada del
término sería efecto filtración,
aunque la palabra trickle no quiere
decir filtración sino goteo, como en tears
trickle down her cheeks o chorrito, como en water was trickling out of the gutter.
He visto usar la expresión inglesa principalmente en
dos contextos: en el ámbito del márqueting (menos común) y en el de la economía
(más generalizado). En márqueting llaman trickle-down
effect al conocido fenómeno de transferencia de gustos de arriba a abajo de
la escala social. Un producto o servicio, por su calidad y /o precio es
adoptado por las clases pudientes, con lo que se hace apetecible por las clases
medias y después por los escalones menos favorecidos de la sociedad, momento éste
en que deja de ser apetecible para las clases altas, alimentando, así, su
natural esnobismo. Ocurre en el mundo de la moda y en aspectos de
comportamiento social, como puede ser el uso de la bicicleta en los contextos
urbanos europeos, extendido también de arriba abajo, al menos en parámetros de
formación, académicos.
Pero es en el campo de la economía en dónde el uso
del término es más común. La idea es que aumentando el capital de los ricos por
vía de rebaja de impuestos y otras cargas, aumentará el poder de compra e
inversión de éstos y a la larga, y como efecto de ello, acabará beneficiando a
los más pobres. El economista John Kenneth Galbraith la llamó también the horse and sparrow theory, la teoría
del caballo y el gorrión. If you feed the
horse enough oats, some will pass through to the roads for the sparrows –si
das de comer al caballo bastante avena, algo caerá a los caminos para los
gorriones-, se supone que (de manera sarcástica) a través de los excrementos de
la caballería.
El término fue acuñado durante la Gran Depresión de
principios del siglo XX por el cómico Will Rogers y fue implementada en EEUU y
Reino Unido en la época de Reagan y Thatcher. En oposición a ella tenemos la trickle-up theory. Aumentando el poder
económico (adquisitivo) de las clases bajas y medias-bajas por medio de mejoras
salariales, aumentaría el consumo, lo que en un medio y largo plazo
beneficiaría también a las clases altas al aumentar el tamaño del mercado. En
fin, que unos, los de siempre, siempre ganan y los otros… bueno, a veces.
Y es que, como dice Warren Buffet - el más famoso de
los inversores y cuarto hombre más rico del mundo, conocido como el Oráculo de
Omaha- “¡Hay una lucha de clases, claro que sí! ¡Y la estamos ganando los
ricos!” El hombre aboga por un aumento
de impuestos a los ricos y para argumentarlo apunta que él paga menos impuestos
que sus empleados. Inmensamente rico como es, viene a pagar un 17.4% frente a una media del 36% que paga la gente
de su despacho, lo que considera injusto.
Supongo que las afirmaciones del tipo de Omaha que vive
en una modesta casa y se desplaza en vuelos regulares rechazando el uso de
avión privado no debe hacer ni pizca de gracia entre los adinerados de este
país, que braman continuamente contra la aportación impositiva e igualadora de
la sociedad. Pero lo que me consta que molesta en ciertos círculos adinerados
es no sólo el mensaje sino la formulación. El hecho de que un multimillonario
use el término “warfare” –lucha de clases- y además, constate su pervivencia,
debe herir profundamente a quienes se empeñan en desprestigiar, ridiculizar y
negar cualquier término usado por Marx o sus acólitos. Al fin y al cabo, que lo
diga un sindicalista, en fin, ya se sabe, pero el más famoso de los inversores…
¡Traidor, que eres un traidor y un desleal!
Almacenes Filene. Boston 1915
Como traidor y desleal fue otro capitalista, éste,
hombre de empresa. Edward Filene fue el fundador de los Filene´s Department
Stores, una cadena de grandes almacenes con central en Boston y extendida por
Nueva Inglaterra que fue adquirida por May Department Stores en 1988,
reconvirtiendo las tiendas bajo la marca Macy´s. El hombre, al ser interpelado
a propósito de su carga de impuestos respondió: “Why shouldn´t American people take half the money from me? I took it
all from them” ¿Por qué no ha de tener derecho el pueblo americano de coger
la mitad de mi dinero? ¡Yo lo cogí todo de ellos!
Román Rubio
#roman_rubio
Abril 2015
Abril 2015
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