viernes, 10 de abril de 2015

TRICKLE- DOWN / TRICKLE- UP

TRICKLE-DOWN / TRICKLE-UP

En ocasiones, no numerosas, me topo con la expresión inglesa tricklle-down, o trickle-down effect en la prensa española. Su uso, sin embargo, está restringido al lenguaje periodístico y no ha llegado al lenguaje hablado, de la calle. Todavía. La traducción más común y acertada del término sería efecto filtración, aunque la palabra trickle no quiere decir filtración sino goteo, como en tears trickle down her cheeks o chorrito, como en water was trickling out of the gutter.

He visto usar la expresión inglesa principalmente en dos contextos: en el ámbito del márqueting (menos común) y en el de la economía (más generalizado). En márqueting llaman trickle-down effect al conocido fenómeno de transferencia de gustos de arriba a abajo de la escala social. Un producto o servicio, por su calidad y /o precio es adoptado por las clases pudientes, con lo que se hace apetecible por las clases medias y después por los escalones menos favorecidos de la sociedad, momento éste en que deja de ser apetecible para las clases altas, alimentando, así, su natural esnobismo. Ocurre en el mundo de la moda y en aspectos de comportamiento social, como puede ser el uso de la bicicleta en los contextos urbanos europeos, extendido también de arriba abajo, al menos en parámetros de formación, académicos.

Pero es en el campo de la economía en dónde el uso del término es más común. La idea es que aumentando el capital de los ricos por vía de rebaja de impuestos y otras cargas, aumentará el poder de compra e inversión de éstos y a la larga, y como efecto de ello, acabará beneficiando a los más pobres. El economista John Kenneth Galbraith la llamó también the horse and sparrow theory, la teoría del caballo y el gorrión. If you feed the horse enough oats, some will pass through to the roads for the sparrows –si das de comer al caballo bastante avena, algo caerá a los caminos para los gorriones-, se supone que (de manera sarcástica) a través de los excrementos de la caballería.


El término fue acuñado durante la Gran Depresión de principios del siglo XX por el cómico Will Rogers y fue implementada en EEUU y Reino Unido en la época de Reagan y Thatcher. En oposición a ella tenemos la trickle-up theory. Aumentando el poder económico (adquisitivo) de las clases bajas y medias-bajas por medio de mejoras salariales, aumentaría el consumo, lo que en un medio y largo plazo beneficiaría también a las clases altas al aumentar el tamaño del mercado. En fin, que unos, los de siempre, siempre ganan y los otros… bueno, a veces. 


Y es que, como dice Warren Buffet - el más famoso de los inversores y cuarto hombre más rico del mundo, conocido como el Oráculo de Omaha- “¡Hay una lucha de clases, claro que sí! ¡Y la estamos ganando los ricos!”  El hombre aboga por un aumento de impuestos a los ricos y para argumentarlo apunta que él paga menos impuestos que sus empleados. Inmensamente rico como es, viene a pagar un 17.4%  frente a una media del 36% que paga la gente de su despacho, lo que considera injusto.


 Casa de Buffet

Supongo que las afirmaciones del tipo de Omaha que vive en una modesta casa y se desplaza en vuelos regulares rechazando el uso de avión privado no debe hacer ni pizca de gracia entre los adinerados de este país, que braman continuamente contra la aportación impositiva e igualadora de la sociedad. Pero lo que me consta que molesta en ciertos círculos adinerados es no sólo el mensaje sino la formulación. El hecho de que un multimillonario use el término “warfare” –lucha de clases- y además, constate su pervivencia, debe herir profundamente a quienes se empeñan en desprestigiar, ridiculizar y negar cualquier término usado por Marx o sus acólitos. Al fin y al cabo, que lo diga un sindicalista, en fin, ya se sabe, pero el más famoso de los inversores… ¡Traidor, que eres un traidor y un desleal!



Almacenes Filene. Boston 1915



Como traidor y desleal fue otro capitalista, éste, hombre de empresa. Edward Filene fue el fundador de los Filene´s Department Stores, una cadena de grandes almacenes con central en Boston y extendida por Nueva Inglaterra que fue adquirida por May Department Stores en 1988, reconvirtiendo las tiendas bajo la marca Macy´s. El hombre, al ser interpelado a propósito de su carga de impuestos respondió: “Why shouldn´t American people take half the money from me? I took it all from them” ¿Por qué no ha de tener derecho el pueblo americano de coger la mitad de mi dinero? ¡Yo lo cogí todo de ellos!







Román Rubio
#roman_rubio

Abril 2015

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