DISTANCIA
FÍSICA Y DISTANCIA SOCIAL
Hace unos días expresé en una red social mis
objeciones a que se conociera como “distanciamiento social” lo que en realidad se trata de
“distanciamiento físico”. Como contestación a algún comentario al respecto voy
tratar de justificar el concepto.
Se puede decir que entre el Príncipe de Gales y un
servidor existe una considerable
“distancia social” (llamémosle “distancia” y no “distanciamiento”, que
es más sencillo y exacto). Ni nuestros amigos son los mismos ni lo son nuestros
ingresos; no hemos ido a los mismos colegios y universidades ni viajamos en los
mismos transportes; no veraneamos en los mismos lugares (nunca ha sido visto el
de Windsor por la piscina municipal mi pueblo) ni yo he sido invitado jamás a
ninguna fiesta a la que haya sido invitado él ni él a ninguna a ninguna de mis
paellas. Nuestros amigos, familiares y espacios en el mundo son diferentes y muy
distantes entre sí. Distanciamiento social es, según Fundéu, “el grado de
aislamiento —o distancia— de una persona o un colectivo en el seno de la
sociedad”.
En el caso improbabilísimo de que el de Gales y un
servidor nos sentáramos en butacas contiguas en un teatro (yo nunca suelo
comprar asientos caros), se produciría una distancia física cercana entre
ambos, pero no social, ya que al fin de la función él volvería con su Camila,
sus guardaespaldas y criados a sus palacios y grandes fincas agrícolas y yo a
mi pisito de Valencia y mi huerto de la Señorita Pepis.
¿De dónde viene, pues, lo de “distanciamiento social”?
Pues, como casi siempre, del inglés, del cual tomamos la píldora tal como
viene. En esa lengua, el verbo (to)
socialize (socialise, en inglés
británico) se ha entendido siempre como “relacionarse” o “alternar”, de modo
que la expresión “social distancing”
viene a ser algo así como la distancia para relacionarse, o distancia de
relación, alterne o interacción, lo que tiene más sentido que el equivalente en
español.
Me comentaba un conocido —relacionado de manera
lejana con el mundo del cine— que en su día había tenido cierta cercanía social
con la actriz Maribel Verdú. Compartían ciertos amigos y coincidían a menudo en
eventos, festejos y celebraciones varias. Me confesó, por contra, que, por lo
que respecta al acercamiento físico, la cosa pintaba de otro modo. Nunca se
había producido el hecho de que el “acercamiento” hubiera sido menor al metro y
medio recomendado. Lamentablemente, según él.
Román Rubio
Mayo 2020
Molt aclaridor Román.
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