LESA
MAJESTAD
A propósito del encarcelamiento de cierto personaje cuyo
nombre soy reacio a mencionar, me he
dedicado a investigar si el delito de injurias al Jefe del Estado y a sus
símbolos (bandera, himno…) es una peculiaridad de nuestro sistema legal (propio
de un “estat feixista”, como he oído decir por ahí) o, por el contrario, está
en consonancia con lo dispuesto en otros países de nuestro entorno.
Para ello, he consultado el informe del
Representante de la Libertad en los Medios de la OSCE (Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa), un documento de 267 páginas, en inglés, que supone un
recorrido exhaustivo por el sistema legal de 58 países, en su mayor parte
europeos.
https://www.osce.org/files/f/documents/b/8/303181.pdf
Los resultados de la consulta son esclarecedores.
Dado el volumen de información he decidido destacar unos pocos países como
ejemplo que puedan servir de comparación. La conclusión es que, exceptuando el
Reino Unido y Noruega —que no tienen legislación específica al respecto—, los
demás (repúblicas y monarquías) todos tienen regulado el tema con mayor o menor
severidad.
España.-
La calumnia y la difamación dirigidas al Rey, la
Reina, ascendientes y descendientes, consortes… es un delito criminal (Art. 490.3)
del Código Penal. Si la ofensa es grave, la pena es de prisión de entre seis
meses y dos años o de entre seis y doce meses para las de menor gravedad.
Además, el mal uso de la imagen real de manera que “pueda dañar el prestigio de
la Corona es un delito criminal castigado con una pena de entre seis meses y
dos años.
También está penada la difamación del estado y sus
símbolos… contra España, Comunidades Autónomas, Poder Judicial, Tribunales Superior
y Supremo, ejército y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, con penas de
entre siete y doce meses.
Francia.-
En 1981 fue derogada la ley que se refería a las
ofensas al Jefe del Estado, incluyéndole en la del resto de altos cargos. La
difamación pública de funcionarios del estado se castiga con multas de hasta
€45.000. La lista incluye al presidente, ministros, diputados, senadores y
cargos religiosos, de religiones subvencionadas por el estado. En casos
especiales se aplica prisión de hasta un año.
La difamación del estado, sus símbolos e
instituciones castiga el ultraje (insulto grave) al himno o la bandera tricolor
con una multa de €7500 y seis meses de prisión si es “cometida como grupo de
acción” ¿?
Alemania.-
La injuria o difamación pública al Jefe del Estado y
del Gobierno está penada en Alemania con pena de entre tres meses y cinco años
de prisión.
La difamación del Estado y sus símbolos (colores
nacionales, bandera escudo) y la expresión de desprecio hacia Alemania, sus
regiones o el orden constitucional son considerados ofensa criminal castigada
con hasta tres años de reclusión.
Además, el código alemán castiga a quienes “intencionadamente apoyan las iniciativas
contra la existencia de la República Federal de Alemania o contra sus
principios constitucionales”.
Por si hay tentaciones separatistas, se entiende.
Italia.-
La ofensa al honor o el prestigio del presidente se
castiga con pena de prisión de entre uno y cinco años.
La difamación de la República, Tribunal
Constitucional, fuerzas armadas, bandera y emblemas nacionales se castiga con
multas de entre €1000 y €5000, que asciende a entre €5000 y €10000 si se
cometen en acto público o ceremonia oficial.
Países
Bajos.-
Las injurias difamatorias al Rey se castiga con pena
de prisión de hasta cinco años. El cónyuge, el heredero y, en su caso, el
Regente están protegidos con penas de hasta cuatro años.
Portugal.-
El insulto o difamación al Presidente de Portugal se
castiga con tres meses de prisión, que se ve incrementado a prisión de entre
seis meses a tres años si la ofensa es cometida públicamente.
La difamación del estado, sus símbolos e
instituciones está penada con prisión de entre seis meses y 240 días. El
insulto al Estado, la bandera o el himno se castiga con una pena de prisión de
un máximo de dos años o una multa de hasta 240 días.
En fin; Dinamarca, Suecia, Austria, Bélgica y en
general todos los países recogidos en el informe (exceptuando, como he señalado
antes a Reino Unido y Noruega) tienen recogida en sus respectivas legislaciones
la represión y castigo de toda forma de injuria o difamación a los Jefes de Estado
y a sus instituciones, así como a la bandera, himno y otras representaciones
del estado con mayor o menor dureza.
Otra cosa es la frecuencia y rigor con los que la
legislación se aplica, que difiere bastante entre países. Esto podría dar lugar
a pensar que:
1º.- Algún
Estado (¿el nuestro, quizá?) fuera demasiado riguroso y exageradamente implacable en la aplicación de la ley.
2º.- Que una parte significativa de la ciudadanía de
la nación sea más montaraz, cerril, irrespetuosa y desleal que en otros lugares.
3º.- Ambas cosas.
Ustedes mismos.
Román Rubio
Febrero 2021