lunes, 3 de abril de 2023

TITULARES

 

TITULARES

 

Por una razón u otra, llevo últimamente cierta guerra con los titulares de los periódicos; y es que algunos no los entiendo, lo que comienza a preocuparme, porque no sé si echarle (toda) la culpa a los periodistas o a mi menguante capacidad de comprensión.

Por ejemplo, ayer me topé con el titular principal a tropecientas columnas de El País, en su edición digital (si es que hay columnas en los ejemplares digitales): “Yolanda Díaz: ‘Sumar es un revulsivo político, no sería un fracaso sin Podemos’” y debo confesar que me quedé muy confuso. Entendí que la organización Sumar era un fracaso por culpa de Podemos. No fue hasta la tercera lectura y correspondiente reflexión que caí en que  lo que quería decir era que, aún sin el apoyo de Podemos, el nuevo partido, plataforma o lo que sea, iba a tener éxito. Y eso lo entendí porque conocía el contexto.

Enseguida recurrí a mi particular Biblia del periodismo, que es una edición del Libro de estilo de El País de 1990, en dónde se especifica: “Los titulares y la entrada deben  satisfacer la curiosidad primera del lector, que ha de quedar enterado de lo que ocurre sin necesidad de acudir al resto de la información”. Eso es lo que tenía entendido. Por ejemplo: “Niño muerde a perro”. Los hechos quedan explicitados. Ahora solo falta el contexto: la edad del niño, la raza del perro o, en el caso de que sea relevante, la edad del perro y la raza del niño.

Además, el mismo manual, en otro apartado, añade: “Se prefiere la afirmación a la negación. Los titulares incluirán sólo excepcionalmente la palabra ‘no. Normalmente es noticia lo que ocurre y con menos frecuencia lo que no ocurre”, para añadir más adelante: “Se prohíbe terminantemente el uso de expresiones en el titular —también restringidas en los textos— como ‘podría’, ‘no se descarta’, ‘al parecer’, ‘posible’, ‘probable’ y otras semejantes”. En definitiva, que lo correcto es que los titulares sean tan sencillitos como el del niño y el perro para que las personas de inteligencia mediana tirando a baja podamos enterarnos con sólo echar un vistazo.

En el mismo periódico, algo más abajo y con tipografía más modesta encontré otro titular que me intrigó en grado sumo. Dice así: “El absurdo es la nueva sinceridad: dentro del magnífico troleo de la hija de Sofia Coppola en TikTok”. ¿Qué demonios querrá decir eso del absurdo y la sinceridad? ¿Y cómo se puede entrar al troleo de la hija y nieta de Coppola? Y, sobre todo, ¿qué es el troleo de alguien dentro de TikTok? ¿Troleo, a quién o a qué? Claro, con un reclamo así no hay curioso que no acceda a la noticia. Y créanme que vale la pena. La tal vástago de los Coppola es una joven encantadora de 16 añitos y con un tremendo desparpajo ante la cámara que comenta que está cocinando pasta al vodka en su casa por estar castigada sin poder salir. ¿La razón? La chica, inocentemente había contratado con la tarjeta de su padre un traslado en helicóptero de Nueva York (en dónde vive) a Maryland, en dónde vive una amiga, con el objeto de cenar con ella. Normal, ¿no? Ese era el motivo por el que estando en casa se disponía a cocinar, pero en la receta tenía que utilizar cebolla y ajo, cosas tan extrañas que la joven confiesa toda alegre que tuvo que consultar la imagen en Google para poderlas identificar. En fin, todo así: debo reconocer que la Coppola, con su encanto y gracejo, me alegró el día: siempre es reconfortante saber que hay gente que a tan temprana edad alquila helicópteros para ir a cenar con una amiga a 400 km con la tarjeta de su progenitor y que para reconocer el ajo y la cebolla tiene que recurrir a Google. Una prueba más de la bendita variedad de este mundo.

Y lo curioso es que, después de haberme entretenido con la vivaracha jovencita, sigo sin entender el titular.

 

Román Rubio

Abril, 2023 

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1 comentario:

  1. Empiezas a preocuparme, no te quites el gorro en la huerta, y no te fumigues

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