viernes, 15 de mayo de 2015

DE MOSCAS Y CAÑONAZOS

MOSCAS A CAÑONAZOS













Myon Yong Chol y Kim Jong Un

“El amado Líder” Kim Jong Un, con su cara de niño inofensivo y mosquita muerta se está convirtiendo en un sanguinario líder a lo Stalin. Al menos este tenía cara de hombre despiadado y psicópata, en tanto que el coreano da más a nuestro franquito: con pinta blanda e inofensiva, pero en cuyas manos no me gustaría que cayera mi solicitud de indulto. Blanditos y crueles, lo que hace una mala combinación.
Se dice que en sus tres años de ejercicio del poder ya ha mandado ejecutar 70 altos cargos de su gobierno, entre ellos a su propio tío, vicepresidente de la Comisión Militar Central y número dos del régimen, además de su mentor político. La acusación: “faccionalismo” y “delitos para perjudicar la economía” (¿apropiación indebida?). Un alto cargo del Ministerio de Bosques fue eliminado por expresar críticas a ciertos cambios en el proyecto de un edificio dedicado a la ciencia y la tecnología al que se quería dar forma de flor en vez de la circular en que había sido inicialmente planeado. Cuatro miembros de la orquesta Unhasu -de la que la esposa del Presidente había sido cantante- fueron también ejecutados bajo la acusación de “escándalo”, aunque si hay un trabajo de alto riesgo en el distópico país, este es el de Jefe de las Fuerzas Armadas.

Hyon Yong Chol, el Jefe del Ejército fue ejecutado por orden del “Amado Líder” hace sólo unos días. Con la prudencia con que hay que tomar las noticias del disparatado Edén asiático, ya que suelen ser divulgadas por la Agencia de Inteligencia de Corea del Sur, que no es precisamente parte neutral, y a la espera del reconocimiento de un régimen que casi nunca reconoce nada, es aceptado como cierto por parte de los gobiernos y prensa de occidente. ¿El motivo? Dormirse en un desfile. Sí, sí, pegar unas cabezadas mientras los esforzados y heroicos soldados del paraíso desfilaban a paso marcial en honor del “Brillante Camarada”, nieto del Gran Líder o Presidente Eterno, al que el pueblo considera autor de 18.000 libros (uno al día durante 49 años), e hijo del Gran Líder que sólo pudo aportar a la humanidad la humilde cantidad de 1.500 libros y las seis más bellas óperas jamás escritas (modestos logros comparados con los del abuelito).

Si la ejecución del general es un disparate, no lo es menos el modo. Según las mismas fuentes (Agencia de Inteligencia de Corea del Sur) la ejecución se llevó a cabo por fusilamiento usando un cañón antiaéreo. No puedo dar más detalles, por la sencilla razón de que soy incapaz de imaginar la escena. Ni el lugar, el ángulo de tiro, características de la munición ni proporción parecen tener sentido. Imposible componer una escena plausible de lo sucedido.














Y todo por quedar un ratito traspuesto en un desfile militar, con lo aburridos que son. Y si no que se lo pregunten a Rajoy, que en 2008, siendo Presidente de su partido y presidenciable del gobierno confesó a Arenas creyendo que estaba fuera de micrófono: “Mañana tengo el coñazo del desfile. En fin, un plan apasionante” ¿Imaginan cuál habría sido la represalia del “Brillante Camarada” ante la manifestación de entusiasmo patriótico del líder de la derecha española? ¿ejecución con cabeza nuclear?

Ningún personaje ha salido peor parado de la tribuna de un desfile militar que el presidente egipcio Annuar el Sadat, premio Nobel de la paz junto a Isaac Rabin por los acuerdos de Camp Davis. En 1981, fue asesinado mientras presidía un evento de sus fuerzas que celebraban el aniversario de una de las contiendas con Israel.














Años antes, Zapatero, siendo también candidato a la Presidencia se empeñó en dar notoriedad al aburrido día de las Fuerzas Armadas y decidió permanecer, de manera ostensible, sentado ante el paso de la bandera norteamericana, lo que, junto con la decisión siendo ya Presidente; de retirar las fuerzas de Irak, provocó un grave incidente diplomático con el Imperio, que (según Memorias del ínclito Bono) la intervención de Julio Iglesias, a requerimiento del manchego, ayudó a desbloquear. Oléeee!

Para fidelidad  y entusiasmo marcial a prueba de “Camaradas Brillantes” y “Amadísimos Líderes”, la de Vasili Agapkin, director de orquesta militar ruso. En Noviembre de 1941, y con los alemanes a la puerta de Moscú, Stalin decidió organizar una gran parada militar que debía servir para el refuerzo de la moral de la tropa. Aquel 7 de noviembre salió un día muy frío, lo que no es raro en la capital rusa. El director de la orquesta, tras permanecer varias horas de pie, en la Plaza Roja, sobre la nieve, ésta se heló y quedó el entusiasta músico con las botas pegadas al podio, de tal modo que cuando se ordenó retirar a la orquesta para dar paso a fuerzas motorizadas, el hombre, formaba con el podio al que estaba subido un solo bloque y así hubo de ser retirado de la escena. Otro héroe. De chicha y nabo, claro.

Román Rubio
#roman_rubio
Mayo 2015

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