La chica tiene
22 años. Es de Almonte (Huelva) y hace unos días fue detenida y arrestada en
Barajas, vestida con su hiyab recién
estrenada (había abandonado hacía poco su indumentaria gótica) y con un Corán en la mano. El delito… volar a Turquía en
dónde, presumiblemente, la encontraría alguien que le habría de facilitar su
desplazamiento a alguna zona de Siria o Irak controlada por las huestes de ISIS
(Estado Islámico) en dónde la chica debería de unirse a algún guerrero luchador
por un estado regido por la sharía o Ley Islámica.
Es una
barbaridad. El hecho de ver y escuchar a diario las noticias cocinadas por –pongan ustedes el nombre- no debe de ponernos una venda en los ojos y dejar de ver
los atropellos. No simpatizo en absoluto con milicias ni militantes que tratan
de imponer la ley islámica ni en aquel país ni en ningún otro. Las religiones
para los domingos y para quien quiera: dejen en paz al estado, a su orden
social y a su sistema educativo. Ocúpense de sus mezquitas y sus iglesias. Thank you very much. Pero el hecho de
que se detenga y arreste a una ciudadana por el hecho de “viajar a Turquía” con
el propósito de unirse después a algún hombre con quien ha mantenido una
relación por Internet y la ha convencido a que se una a él en otro país del
mundo abrazando otra religión no debería de ser, no es –y ya me pueden contar
milongas- motivo de arresto y detención, por la sencilla razón de que no hay
delito y por lo tanto, en un estado de derecho del que nunca deberíamos de
renunciar, no puede haber privación de libertad.
Acepto que
esta persona necesitaría que alguien le abriera los ojos y le hiciera ver el
absurdo paso que -presuntamente- está a punto de dar. De acuerdo. (Ese mismo
susurrador de caballos podía haberse dedicado a persuadir a los soldados
americanos –y a Aznar, de paso- de lo criminal y absurdo de lo que iban a hacer
cuando fueron a bombardear Irak, de la estéril carnicería y las perniciosas
consecuencias de sus torpes y brutales acciones, pero eso es otra historia). De
lo que nunca me podrán convencer es de que la decisión libremente adoptada de
una joven para viajar a una parte del mundo y desposar, o unirse, a un hombre,
cualquiera que sea su actividad o religión es constitutivo de delito. No lo es.
Puede ser estúpido, irresponsable, poco inteligente y decisión lamentable pero
no delito y por tanto, no susceptible de castigo. Lo demás es cuestión de
birlibirloques de trileros y embaucadores. Aunque estuviese demostrado que la
persona con quién estuviera comprometida fuera el mismísimo Abu Bakr al
Baghdadi, ¿cuándo ha estado penado unirse a un criminal? Aunque se sospechara
que la verdadera intención de la chica fuera adiestrarse para empuñar las
armas, ¿cuándo ha estado penada la “intención” de hacer algo? Aún en ese caso,
hasta que no lo hiciera, no se le podría inculpar delito alguno. No conozco
códigos que castiguen la “intención” sino aquellos que hablan de “los más
ocultos pensamientos” y éstos no son precisamente civiles. ¡Cuánto menos, el
hecho de viajar a Estambul con su hiyab
y su Corán!
Para más inri, leo que no es el único caso en
territorio español, no. Hay 18 mujeres que han sido detenidas en España tras haber
sido reclutadas por Internet, acusadas de terrorismo, y cuyo delito real ha
sido la conversión al islam radical y la intención de viajar a territorio
controlado por yihadistas para esposar alguno de ellos, procrear y formar una
familia islámica de acuerdo con las estrictas directrices del Corán, lo que
atenta contra las más elementales reglas de la ética social.
Terrorista es
quien pone bombas en los mercados. Para ser terrorista hay que “ejecutar” actos
criminales contra inocentes con el objeto de desestabilizar el orden social por
medio del terror. Los que machacan estatuas de las épocas preislámicas son
salvajes ignorantes que atentan contra el patrimonio cultural de la Humanidad y merecen el castigo además de nuestro
repudio, pero no son estrictamente terroristas, de la misma manera que quienes
embalan y transportan las mismas estatuas al British Museum, al Louvre o al Pergamo son depredadores culturales pero
tampoco terroristas.
Quienes tienen
ensoñaciones de enriquecimiento a costa de desviar caudales públicos a su
bolsillo no son delincuentes. Roldán y la cúpula del PP sí lo son. También los
de CDC. No porque hayan tenido la “intención” de hacerlo sino porque lo han hecho y el juez no les pregunta si
tenían tal o cual inclinación sino por lo que han trincado, ellos o sus amigos
y patrocinadores; para su propio beneficio, el de su partido o el de su causa,
me da igual. En cuanto al asunto de los viajes, por una vez que la chica quiere
ir a Turquía a ver mundo la detienen y al expresidente de Extremadura José
Antonio Monago, por ir a Canarias 16 veces en dos años nada. Y con dinero
público. Ahora bien, la “intención” de los viajes parecía ser distinta, más
mundana. Digamos, un pecadillo más venial.
Román Rubio
@roman_rubio
Octubre 2015
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