martes, 10 de noviembre de 2015

MEMECES

MEMECES

 Evito las entrevistas a los políticos, sobre todo en épocas electorales. Sus argumentos son como salidos de un laboratorio. Su discurso ha sido elaborado y previsto de antemano en reuniones que supongo interminables con colaboradores, jefes de campaña, consejeros y toda una pléyade de correveidiles convirtiendo el discurso en algo previsible y sin sustancia. De todos modos, en épocas como la que vivimos, escucharles es inevitable a poco que se ponga la radio, se abra el periódico o se enchufe la televisión. Estas han sido las últimas perogrulladas que recuerdo haberles oído decir a alguno de ellos.









Rajoy saludado efusivamente por un murciano


En primer lugar, Rajoy: el pantocrátor de la NBA - como le llamó Losantos en una ocasión-, el blando, el vacuo, el intranscendente, el indeciso, el don Tancredo Rajoy. En Murcia se arrancó con un (cito de memoria) “Da gusto estar aquí. Murcia tiene geografía ¿?, tiene historia, tiene mar, montaña, gastronomía, se come muy bien, tiene buen tiempo y gente agradable”. ¡Toma ya! ¿Se puede decir más con menos? Bueno, sí. Pudo haber acabado con el impagable ¡Viva el vino! Los murcianos, gente de natural campechana, por decir algo ya que los habrá campechanos y otros que no, parecían más preocupados por el hecho de que “no tienen” AVE, lo que en este país es un delito de horca, “no tienen” (o dicen no tener) suficiente agua para sus riegos y “tienen” dos aeropuertos, uno, el de san Javier, reformado recientemente, emplazado en un bello paraje, junto al Mar Menor y perfectamente dimensionado para el tráfico que maneja (de algo más de un millón de pasajeros al año) y otro, enorme, ruinoso y cerrado (el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, en Corvera, a unos 30 kilómetros del primero), además de encontrarse a 50 minutos de autopista del aeropuerto Internacional de Alicante, con magníficas conexiones con toda Europa.
El Presidente, junto con otros significados miembros de su partido, de manera notoria el nefando y pintoresco portavoz Rafael Hernando y el Ministro Montoro, se suelen quejar de que no han sabido comunicar lo mucho y bueno que han hecho y que están haciendo. Es algo lamentable. ¿Explicar, qué?, ¿qué es lo que no han sabido explicar? Un tipo como Rajoy, que basa toda su acción política en la no acción, que es incapaz de entrar en un debate cuerpo a cuerpo como hacen estos Riveras e Iglesias de la nueva hornada, que ha rehuido el contacto con la prensa durante años comunicándose con los periodistas con un humillante (para éstos) plasma, nos viene diciendo que no ha sabido comunicar. No señor Rajoy, no ha querido comunicar, que no es lo mismo. Usted sabrá por qué. ¿Quizás porque lo que tenía que transmitir era incomunicable?

El socialista Sánchez también se cubrió de gloria en una entrevista televisada hace poco. Tras reconocer que los socialistas habían cometido errores azucé el oído. ¡Hombre, por fin algo interesante, un político reconociendo errores, atención! Para el líder socialista el mayor error de los socialistas había sido…”no reconocer todo lo bueno que habían hecho por España”. Como don Tancredo, el de Pontevedra. ¿Es que se copian unos a otros en las memeces? Lamentable. No es que yo no crea que el PSOE no haya hecho cosas buenas, no. Creo que la etapa de González en el Gobierno ha sido la de mayor progreso, social y económico de España, pero decir que el mayor error es no haber sabido darse jabón es de lo más pueril y diabólicamente torpe que he oído, o lo era hasta que abrí el periódico el domingo y leí las declaraciones de la Presidenta del Parlament de Catalunya Carme Forcadell. En diversos actos públicos la política catalana declara que los catalanes han vivido, viven, esclavizados. Ahí es nada. El pueblo catalán no sólo no es independiente sino que es esclavo. ¿De quién? ¿Por quién están esclavizados? ¿Por España?



Para contrastar datos y comprobar la acción esclavizadora moderna de España he consultado las fuentes de la organización filantrópica internacional Walk Free Foundation, la más prestigiosa en el estudio y la lucha contra la esclavitud moderna. En su índice Global Slavery Index de 2014  http://www.globalslaveryindex.org/  en dónde se analiza el asunto, España consigue un honroso puesto 150 de 167, con un índice porcentual de 0.013 casos, mejorando a países como Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia y sólo un poco peor que los de siempre (Países Escandinavos, Nueva Zelanda…). El hecho de que Cataluña no sea un país independiente y se encuentre dentro de España, como Cartagena dentro de la Región de Murcia, Baviera en Alemania o Lombardía en Italia no quiere decir que no sea un país libre. Con el Parlament de Catalunya, el Parlamento Español y el de la Unión Europea, pocos pueblos e individuos tendrán las garantías de libertad del pueblo y el individuo catalán.



Las chicas que traen de Rumanía o Costa de Marfil con engaños y les hace trabajar de prostitutas en La Jonquera reteniéndoles el pasaporte hasta que paguen los gastos que el amo considera sí que son esclavas modernas. Los trabajadores paquistaníes que son llevados (aunque de manera voluntaria) a Dubai y otros países del Golfo a trabajar en la construcción y se les tiene habitando infraviviendas y ganando un mísero salario que envían a su país para que sus familias puedan comer se pueden considerar esclavos modernos, pero ¿los catalanes? ¿Nos hemos vuelto locos? He estado en Barcelona últimamente en alguna ocasión y le aseguro, señora Forcadell, que no he visto régimen de esclavitud alguno y si me ha parecido ver algo que remotamente se le asemejara siempre fue en alguien que, por el color de su piel, no parecía ser, ni por asomo, oriundo de Olot o de Reus. Se lo aseguro.

Román Rubio
@román_rubio
Noviembre 2015

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