viernes, 8 de enero de 2016

RUNNING

RUNNING

Empieza un nuevo año. Es, por tanto, tiempo de propósitos. Yo he hecho los míos. Uno de ellos es el de correr. Lo hago de vez en cuando (correr –los propósitos más raramente-) y me propongo hacerlo más a  menudo dado los beneficiosos efectos que ocasiona en cuerpo y alma. En asuntos de ejercicio físico coincido (por una vez) con Sánchez Dragó que dijo algo así como: “corre, baila, nada, ve en bicicleta, anda, juega (con los amigos, al fútbol, al póquer o a lo que sea). No hagas deporte”.
Sobre todo, detesto la épica con que se reviste la sana ocupación de correr. Me refiero a todo ese discurso afectado y vacuo de la superación y otras frases rimbombantes de manual de autoayuda y magazín de fin de semana. Bajo el título de “19 frases que te ayudarán a correr” o algo así, la edición digital de un gran periódico publica este melifluo documento de filosofía de la señorita Pepis.


Estoy de acuerdo, pero la relación que tiene con correr es algo que se me escapa. ¿Estás seguro de que correr más te hace mejor? ¿Por qué?




¿Más agallas? Se me ocurren mil maneras de demostrar “las agallas” distintas al hecho de seguir corriendo o pararse. Las agallas se demuestran enfrentándose al poderoso cuando se tiene razón, por ejemplo. El continuar corriendo puede ser muestra de tozudez, ganas de adelgazar o de endurecer las nalgas. Nada que ver con las “agallas”




Totalmente de acuerdo. De todo. De todo lo que creas importante. Y bueno. Y beneficioso para el bienestar tuyo y de los tuyos. Y, si quieres, también correr ¿por qué no?






¿Derrotar?, ¿rendirse? ¿Por qué usar un lenguaje de guerra cuando lo único que quiero hacer es algo de sano ejercicio al aire libre? Hablo por mí y por todos los que me cruzo en el parque con los auriculares. ¿Estamos hablando de una actividad que es  trotar con chándal o del kalashnikov?




 Totalmente de acuerdo con el señor Gandhi. Ahora bien: Cuando él habla de lucha, esfuerzo, sufrimiento y victoria me da la sensación que se refiere a cosas con más enjundia que la de calzarse unas zapatillas caras y ponerse a correr (o a intentarlo, como es mi caso). No trivialicemos, por favor, no mezcléis a Gandhi con vuestras rutinas de carne de colegio de monjas y centro comercial, por favor


Y cuando ya te hayas contestado, pregúntate ¿Tiene sentido el esfuerzo o es solo un gasto inútil de energías desaprovechadas?







Muy buena reflexión para animar al corredor profesional que busca títulos y/o ingresos, sí, señor







Bonito paisaje. Y bonita expresión (calcada del inglés)  que últimamente escucho con frecuencia. ¿Y qué tal salir de la “zona de confort” para ser útil a los demás de alguna manera?






Vale. Estoy de acuerdo, pero ¿de qué recompensa hablan? : ¿la de llegar?, ¿adónde?







Y dale con la debilidad y la fortaleza. ¿Habrá maneras de demostrarlas que no sea corriendo a ninguna parte?






Que sí, hombre que sí. Que hay que salir de la “zona de confort” para mejorar, que hay que hacer algo más de lo que creemos que somos capaces, pero para hacer un mundo mejor.  Para correr un poco más… no sé si vale la pena






 Los leones y las gacelas de las que habla el cartel necesitan del correr para sobrevivir. Nosotros, solo para hacer ejercicio en nuestro tiempo de ocio. Nadie nos va a devorar ni vamos a devorar a alguien por el hecho de correr. Déjense de chorradas.





Que sí, que vale, pero el señor Séneca hablaba metafóricamente, listillo. Cuando habla de “camino”, “alturas” y “grandeza” es muy posible que no estuviera pensando en Reebok,  cronómetros, mallas, cintitas para el pelo y marcadores de distancia y de consumo de calorías.




Las frasecitas de Patton servían para estimular a su tropa para que se jugara el pellejo siguiendo (sus) órdenes. Ese señor que corre puede que tenga o no valor. Lo tendrá que demostrar cuando la vida se lo demande. De momento veo a un hombre con una actitud positiva ante la vida que corre con prótesis. Supongo que, además, será valiente.



Toma, claro. Lo aplicaría también en lo que respecta a tocar la guitarra o a aprender inglés. La voluntad de prepararse es la garantía del éxito de la empresa. Pero ¿seguimos hablando de correr o de ganar carreras?







Estos atletas parecen prepararse para el ejercicio profesional. Enhorabuena por el duro trabajo. Aquí sí que podemos hablar del león y la gacela. Más corres, más cazas. O más premios consigues.



Gracias Confucio. Tienes toda la razón. Eso es lo que marca la dureza y la fuerza del carácter de los hombres. Mientras corro por el parque de mi ciudad he visto a alguno que otro caer por un traspiés. Siempre se han levantado. Con más o menos gloria. Algunos, magullados y con barro.






O correr algo menos, o de manera más lenta, o nadar, o meditar… O descansar tirando piedrecitas al río… ¡Pues claro que hay más opciones!


Es lo que yo digo. Me lo han quitado de la boca. Ya verán cuando consiga ser rico y famoso, ya.






Corran, corran todo lo que quieran, pero ahórrense toda esta retórica épica barata y pequeñoburguesa. Por hacerlo no serán ni más valientes ni más bravos ni más sabios. Ser valiente es difícil, pero si quieren serlo tendrán que arriesgar su vida, su patrimonio y/o su reputación en la mejora de su entorno y en la defensa de los que son más débiles que usted y para ser más sabios habrá que abrir los ojos y observar y vivir la vida. Ahora bien, si lo que quieren es mantenerse en forma haciendo ejercicio al aire libre, sin más mamarrachadas, correr va de cine.

Román Rubio
@roman_rubio
Enero 2016 








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