NADERÍAS
A ver, luego se extrañan algunos
cuando digo que me aburro. Pues sí; aparte del sol de otoño, la bici de cuando
en cuando, algo de cine y lectura, el trato con semejantes y la siempre
agradecida huerta, uno de mis entretenimientos (como el tuyo, lector) es la
observación de la Comedia Humana, y, como en toda buena comedia, las
manifestaciones de agudeza e ingenio. En fin, tampoco es que espere uno estar
rodeado de tipos como Sorkin, Nietzsche u Oscar Wilde, pero al menos que la
gente tenga algo de originalidad, ingenio personal y chispa. Uno de los ganchos
en los que pico buscando la originalidad y suelo salir decepcionado es en las
noticias con que, sin ser solicitadas, te provee Facebook y/o la edición
digital de mi periódico. Veamos: leo el otro día, el titular “La brillante
reacción de un padre ante el drama sentimental de su hija adolescente” y me
froto las manos: a ver cuál es la tan brillante reacción del padre ante la hija
llorosa que se hizo viral consiguiendo más de 10.000 retuits y más de 22.000 me gusta. Pues bien, el padre tuiteó: “Daleynee,
por favor baja tu música triste. Todavía podemos escucharte llorando… y cállate
ya, él era feo”. Bueno, esto adornándolo un poco, porque la frase estaba, ¿cómo
no?, mal puntuada: “… and shut up already
he was ugly”, así, sin coma ni punto ni nada. Y bien: ¿me pueden decir qué
hay de brillante, ingenioso o agudo en la frase del padre merecedora de decenas
de miles de agasajos en la Red y titulares de periódicos por todo el globo? ¿Ser
tan chistosamente atrevido como para decir que el chico era feo? ¡Uuuyyy, qué
tipo tan gracioso! ¿Y qué piensan del hecho que el padre envíe estos “desternillantes”
mensajes a su hija vía Twitter cuando la tiene ahí al lado? Triste. Y aburrido.
Y ahora pasemos al panorama de la
política internacional, a ver cómo se las gastan por ahí. Tengo que confesarles
que ya me quedé decepcionado el otro día escuchando al penúltimo Ministro de
Exteriores español que, al encontrarse con no sé qué parlamentario británico,
le espetó aquello de “Gibraltar español”; lo cual se lo oí decir a Manolo El
Puñeta, de mi pueblo, la única vez que éste habló con un inglés, pero a un ministro
de Asuntos Exteriores… ¡y es que son tan infantilmente patriotas! ¿Qué creen
que contestó el otro? Nada, por supuesto. ¿Qué iba a decir? ¿Quizá que debía de
convencer primero a los gibraltareños? Se dice que Franco, tras escuchar la
vehemente defensa del Gibraltar español a un ministro de Exteriores lo cesó al
día siguiente, con el argumento de que eso era comprensible que lo hiciera el Ministro
Secretario Nacional del Movimiento, pero el jefe de la diplomacia…
Otro Ministro de Exteriores, éste
británico, el ínclito, el cínico, el payaso, el brillante Boris Johnson,
ganador del Brexit, (con lo que consiguió su mayor propósito: acabar con
Cameron, su rival, y falló en su segundo propósito: ponerse él como Primer
Ministro), se ridiculizó y ridiculizó a su país en una reunión con otros
ministros europeos. Ya conocemos la tesis de los ingleses: “queremos pertenecer
al mercado abierto pero no aceptamos la apertura de fronteras para las
personas. Y también conocemos la posición europea: “Una cosa va con la otra:
¿Quieres sopa? Pues esta viene con fideos”. Como argumento, Johnson se dirigió
al ministro italiano de economía en los siguientes términos: “yo no quiero
movimiento libre de personas pero sí mercado libre” a lo que Carlo Calenda, el
italiano, le contestó: “ni hablar”. Y Johnson le inquirió: “Pues venderás menos
prosecco -refiriéndose al descenso de
ventas del famoso espumoso italiano- en el Reino Unido“. El italiano le
contestó: “Yo venderé menos prosecco
en un país, pero tú venderás menos fish
and chips en 27”. Ya ven, conversaciones de altos vuelos. O así lo contó el
italiano en la cadena Bloomberg.
Para conversador de altos vuelos,
Mitterrand. La persona que ejerció como intérprete en El Elíseo durante años
declaró que era tan enigmático que nunca supo si el Presidente no sabía inglés o entendía hasta la última
palabra de lo que ella traducía y
disimulaba todo el tiempo.
Los ingleses andan algo mosca porque Trump ha llamado a la Primera Ministra
en undécima posición tras su victoria presidencial. Antes de llamar al Reino
Unido lo había hecho a hizo a Egipto, Arabia Saudita, Méjico, Japón, India, Turquía,
Israel, Corea del Sur, Irlanda… lo que llama la atención a algunos en Londres,
por aquello de las Relaciones Especiales. Como consuelo alegan que la llamada
vino antes que la de Merkel y Hollande. ¿Y Rajoy? ¿Qué sabemos de Rajoy? ¿Le
habrá llamado Trump ya? ¿O es que nadie le ha dicho al americano aún que Méjico
y España son dos países diferentes? A ver si va a ser eso.
Román Rubio
Noviembre 2016
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