viernes, 22 de junio de 2018

AUTOAYUDA


AUTOAYUDA




  Soy autor de un par de libros que distribuyo en Amazon, con lo que la multinacional americana me tiene bien fichado, y, en base a lo que sus algoritmos creen saber sobre mí, me envían recomendaciones de lecturas. Debo reconocer que, en ocasiones, aciertan con mis gustos. A veces, sin embargo, me pregunto qué opinión puede tener de uno el dichoso software para sugerirle verdaderos monumentos al disparate. Hoy, he recibido la recomendación de un libro cuyo título omito, por discreción. Pertenece al género de la autoayuda, y se proclama como la herramienta definitiva para el logro del éxito, la felicidad, la curación y todo lo bueno, abundante y rico que puedan imaginar. En el texto de presentación, el autor expone sus credenciales:


   Pero el autor no se ha limitado a estudiar la teoría, ha experimentado vehemente con la Meditación Trascendental, la Ultrameditación, audios subliminares, sonidos binaurales, hipnosis, telepatía, proyección astral, programación neurolingüística, noesiología, dianética, acupuntura, digitopuntura, transmutación sexual, ayuno, sueño polifásico, sincronicidad, el poder del Ahora, ayurverda, psicomagia, Ho´oponopono, agua solarizada azul, ha fabricado tatwámetros, ha tirado monedas y palillos I Ching, ha acudido a videntes y astrólogos hindúes, jyotish han rezado yagyas por él, ha hecho tablones de deseos, ha llevado piedras del agradecimiento, ha usado gafas con indicadores LED para provocar sueños lúcidos, ha intentado estimular su glándula pineal y secretar DMT con lámparas dreamachine, plumas imaginarias y respiración holotrópica… 

  
  Vale que a “vehemente” le falte el “mente” que lo transforma en adverbio y que el uso de las mayúsculas sea caprichoso, dando categoría de mayúscula a Meditación, Trascendental, Ultrameditación, Ahora…, en tanto que telepatía o proyección astral no lleguen a superar el estatus de la minúscula. Pero, prescindamos de la forma. Vayamos al fondo: ¿Se fiarían ustedes de alguien que haya experimentado vehemente (sic) con la noesiología, la dianética, la (o el) ayurderda,y que los jyotis han (sic) rezado yagyas por él? ¿No es terrorífico? Pero es que, además, el tipo dice haber experimentado con agua solarizada azul ¿?, haber usado gafas con indicadores LED para provocar sueños lúcidos (que no lúdicos ni lúbricos) y dice haber intentado estimular su glándula pineal y secretar DMT con lámparas dreamachine, plumas imaginarias y respiración holotrópica, aunque, por lo que él mismo confiesa, se quedó en un intento. Lástima. ¡Ah!, ¡y ha fabricado tatwámetros!

¡Y este tipo nos quiere arreglar la vida!

   Y, en atención a algunas de las personas que me leen y me recomiendan que acorte los artículos, me quedaré hoy aquí. Otro día les hablaré de un anglicismo que pronto conocerán y adoptarán como ya han hecho con manspreading o fake news: el upskirting. Y quizá, de los hinchas de fútbol.

Román Rubio
Junio 2018



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