viernes, 17 de agosto de 2018

NÚMEROS Y CIFRAS


NÚMEROS Y CIFRAS





Deway Johnson es un ciudadano americano de 46 años que en el año 2012 estuvo trabajando como jardinero en las escuelas públicas de Benicia, localidad al norte de San Francisco. Dos años después, tras cubrírsele de póstulas el cuerpo, un médico le diagnosticó un linfoma No Hodking. El hombre culpó al herbicida Roundup, de Monsanto, -que, como jardinero, usaba con frecuencia- de ser el agente causante de sus problemas médicos. En concreto, al glifosato, su principio activo. Y denunció al fabricante como culpable de su enfermedad terminal, por no avisar convenientemente de las propiedades cancerígenas del producto.
Sea o no cancerígeno el agente activo del herbicida, lo cierto es que la empresa fabricante (Bayer, que había absorbido a Monsanto un año antes por un precio de 66.000 millones de dólares) ha sido condenada por un tribunal californiano a pagar al denunciante (enfermo, pero vivo) la interesante cantidad de 389 millones de dólares; 250 millones por daños y 39 como compensación. ¿Mucho, poco? Pues, depende. ¿Cuánto vale una vida humana?

Italia ha vivido una tragedia los últimos días. Un trozo del viaducto Morandi, que se elevaba hasta a 90 metros sobre los arrabales de Génova ha colapsado llevándose con él a tres camiones y una treintena de coches, contabilizándose -por el momento- 38 muertos y unas decenas de heridos, algunos de ellos, graves. El ministro de infraestructuras Danilo Toninelli informó a través de Facebook que el gobierno ha activado el procedimiento para la posible revocación de concesiones, y para imponer multas de hasta 150 millones de euros.

¿Ven la diferencia? El americano, todavía vivo, obtiene 389 millones de dólares de la empresa productora del herbicida como compensación por una “posible” causa provocadora de su enfermedad. La responsabilidad por las víctimas en Italia se evalúa en “solo”150 millones de euros -unos cuatro millones por víctima mortal- como causante “segura” del accidente por deficiente mantenimiento. A expensas, claro está, de la batalla que les queda por disputar en los tribunales con las aseguradoras.
¿Y cuál es el valor monetario de cada una de las víctimas migrantes por ahogamiento o hipotermia en las aguas del Mediterráneo? Cero. La vida humana vale lo que vale, y cuesta lo que cuesta, dependiendo del pasaporte. Lo dijo el poeta: “Todo necio confunde valor y precio”.

Más números (y más pasaportes). A los coreanos, una vez liberados del dominio japonés y acabada la guerra (1950-1953) les ha crecido la cabeza, según un estudio de la Universidad de Corea. Los coreanos nacidos en la década de los 70 tienen una capacidad craneal 90 mililitros superior a los nacidos en 1930. Mejor nutridos, más ricos y más cabezones. Claro, que el estudio se ha hecho con los coreanos del sur. A los del norte -no incluidos en el estudio- parece haberles aumentado solo el ancho de los pantalones y la altura de la línea del nacimiento del cabello en su región parietal (por encima de las orejas). Vean si no, la imagen del Amado Líder.


Román Rubio
Agosto 2018

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