sábado, 20 de julio de 2019

CORÁN I


CORÁN I





Y (Dios) enseñó a Adán los nombres de todas las cosas, luego se las mostró a los ángeles… (Corán 2: 31).

Pero cuando dije a los ángeles: “¡Postérguense ante Adán!”, todos se prosternaron excepto Iblis, que se negó y fue soberbio, y se convirtió en uno de los incrédulos (2: 34).

Dije: “Oh, Adán! Habita con tu esposa en el Paraíso, y coman de su abundancia cuanto deseen, pero no se acerquen a ese árbol, porque si lo hacen se convertirán ambos en transgresores”.
Pero el demonio los hizo caer (en la desobediencia) apartándolos de la situación (agradable) en la que se encontraban. Y les dije: “¡Desciendan! Serán enemigos unos de otros, y en la Tierra encontrarán una morada y deleite temporal  (2: 35- 36).

¡Oh, Pueblo de Israel! Recuerden los beneficios con que los agracié y cómo los distinguí sobre los demás pueblos (2:47).

Y (recuerden) cuando salvé a sus antepasados de las huestes del Faraón, que los sometían a crueles castigos…
Y recuerden cuando dividí el mar y los salvé, ahogando a las huestes del Faraón delante de sus propios ojos.
Y (recuerden que) cité a Moisés durante cuarenta noches y cuando se ausentó tomaron el becerro, obrando injustamente.
Luego, a pesar de eso, los perdoné para que fueran agradecidos.
Y le concedí a Moisés el Libro y el criterio para que siguieran la guía (2: 49-53).

Y recuerden cuando Moisés rogó a su señor agua para que bebiera su pueblo, le dije:” ¡Golpea la roca con tu bastón!” Entonces brotaron de ella doce manantiales, y supo cada tribu en cual debían beber (y les dije) “Coman y beban del sustento de Dios y no abusen  de la Tierra corrompiéndola (2: 60).

Y (recuerden) cuando celebré el pacto con el Pueblo de Israel: “Adoren solo a Dios, hagan el bien a  padres y parientes, a los huérfanos y a los pobres, hablen a la gente de buenas maneras, cumplan con la oración y paguen el zakat; pero luego volvieron la espalda en rechazo, salvo unos pocos (2: 83)

Y revelé a Moisés el Libro, y después envié Mensajeros; y concedí a Jesús, el hijo de María, milagros evidentes y lo fortalecí con el Espíritu Santo (el ángel Gabriel) (2: 87).

Digan: “Creemos en Dios, en lo que nos fue revelado a nosotros, en lo que fue revelado a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob y a las tribus, y en lo que Dios reveló a Moisés, a Jesús y a los demás profetas. No discriminamos entre ellos y entregamos a Dios nuestra voluntad  (siendo musulmanes) (2: 136).

Y combatan por la causa de Dios a quienes los agredan, pero no se excedan, porque Dios no ama a los agresores  (2: 190).

Combátanlos hasta que cese la opresión y puedan adorar tranquilamente a Dios (sin temer persecución); pero si ellos cesan de combatir, que no haya más hostilidades, excepto contra los agresores (2: 193).

Las divorciadas deberán esperar tres menstruos (para poder volverse a casar), y no les es lícito ocultar lo que Dios creó en sus vientres, si es que creen en Dios y el Día del Juicio. Sus maridos tienen más derecho a volver con ellas en ese plazo, si desean reconciliarse. Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos. Y los hombres tienen un grado superior (de responsabilidad) al de ellas. Dios es Poderoso, Sabio (2: 228).

Las viudas deberán esperar cuatro meses y diez días (para casarse de nuevo). Luego de ese plazo no serán reprochadas por lo que dispongan hacer consigo mismas… (2: 234).

Él te reveló (oh, Mujámmad!) el Libro con la Verdad, para confirmar los mensajes anteriores, y ya había revelado la Tora y el Evangelio (3: 3).

Cumplan con la oración prescrita, y especialmente la oración de la tarde, y preséntense  ante Dios con total devoción (2: 238).

Continuará.


Román Rubio
Julio 2019

P.D. Los textos (aleyas) provienen de la obra El Corán. Traducción comentada (Bogotá, 2013) del Licenciado M. Isa García. Como es sabido, El Corán es libro sagrado solo en su versión en árabe. Las traducciones se consideran únicamente interpretaciones de la palabra sagrada. Sin más valor. O sin menos.

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