miércoles, 17 de junio de 2020

EL MUNDO, EL DEMONIO Y TAMARA


EL MUNDO, EL DEMONIO Y TAMARA




No sabía como titular el artículo de hoy. Pensé titularlo Gente —a lo Boris Izaguirre— en atención al variopinto desfile de personajes que encontré en la prensa del fin de semana exponiendo las más extravagantes opiniones.

El primero de ellos es, ¿cómo no?, Miguelito Bosé. El muchacho derrapa más de lo normal. Se ve que su infancia le marcó. Aquel entorno de picassos, viscontis y hemingways que al parecer desfilaban por su casa dejaron una huella en él que los que jugábamos a las canicas en la plaza del pueblo con otros desarrapados no llegamos a comprender del todo.

El artista total se ha venido pronunciando sobre la (no) existencia del covid 19 como excusa para una vacuna con la que el malvado Bill Gates, a modo de Satanás global, pueda dominar el mundo usando las redes del 5G. O algo así, que la explicación era tan complicada que los pobres ciudadanos que pasamos la infancia con las rodillas peladas de jugar en la plaza no podemos llegar ni a comprender.

Otro personaje que animó el teatro de las vanidades fue el cardinal Cañizares. No se prodiga mucho el muchacho, pero cuando transcienden sus diatribas, no defrauda: según el prelado se están usando fetos abortados para la elaboración de la vacuna del coronavirus. No va desencaminado: alguna de las ciento y pico líneas que se están siguiendo utilizan material fetal, como para otras vacunas que han salvado tantas vidas, pero el cardenal no lo ve con buenos ojos “Primero se le mata (al feto) y luego se le manipula. Tenemos una desgracia más, obra del diablo, porque el diablo existe”. Y no es precisamente Bill Gates, queriendo dominar el mundo por no se sabe muy bien qué razón, sino el diablo de verdad, el que vive en el infierno, colorado, con rabo y un tridente en la mano.

No crean que el extravagante utielano es el único que apuesta por la existencia del diablo. El exministro Fernández Díaz también sabe reconocer la acción de Satanás. Se lo chivó el Papa Benedicto XVI, que sabe mucho de eso. En una larga audiencia, el Papa le dijo al ministro que el diablo quería destruir a España. Y ¿por qué?, dirán ustedes; con los países que hay en el mundo, ¿por qué tendría que querer el señor del averno  destruir precisamente España? Pues “porque el diablo ataca a los mejores”, le dijo el prelado. ¿Y no hay antídoto contra tan malicioso ataque? Pues sí: se vence con humildad, sufrimiento, oración y devoción a la virgen.

J. K. Rawling es una mujer famosísima y millonaria. La creadora de los libros de Harry Potter se ha visto involucrada en una desagradable polémica en las redes en donde mucha gente (incluidos los actores que hacen de Hermione y el propio Potter en las películas) la han tachado de tránsfoba, de estar en contra de las personas transgénero. ¿Y eso? ¿Se ha manifestado en contra del cambio de sexo o se ha burlado pública y ostensiblemente de alguna de esas personas? En absoluto. Todo vino por un tuit sobre  un artículo de opinión titulado Creando un mundo post-covid más igualitario para la gente que menstrua. La escritora, con mucho sentido común y cierta retranca, tuiteó: “Estoy segura que solía haber una palabra para estas personas. Que alguien me ayude: ¿Wumben? ¿Winpund? ¿Woomud?, en referencia al término women, que significa “mujeres” en inglés.

Me costó comprender cuál es el terreno de la discusión y por qué se le ha tratado de “puta”, “bruja” y “feminazi” a la escritora por ello. Al parecer, para algunas personas, el uso de la palabra “mujer” es ofensivo, discriminatorio y excluyente y prefieren usar el acogedor circunloquio “gente que menstrua”. Ustedes mismos.

Se me han quedado en el tintero otros asuntillos y personajes: Churchil, Escarlata O’Hara, Colón y la Colau… pero el espacio es el que es y no da para más.

No me quiero olvidar, eso sí, de Tamara Falcó. Dice que viene de nuevo la moda del pantalón campana. Otra vez.  De modo que vayan rebuscando alguno por el armario. Yo creo tener un vaquero Lois del 75 por ahí. Mañana lo estoy buscando.
Román Rubio
Junio 2020

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