jueves, 19 de octubre de 2023

COWORKING

 

COWORKING


En los bajos de la casa donde vivo están terminando unas obras que han durado una eternidad y han transformado lo que era un gimnasio en algo difícil de determinar. No se trataba de una tienda ni un supermercado ni obedecía la estructura a lo que podía ser un estudio profesional. Las pesquisas de los vecinos han sido innumerables, y al final de la jugada se ha desvelado el misterio: están haciendo un coworking. En conversación con un vecino, medianamente indignado, salió el tema de la denominación del espacio. ¿Coworking?, se expresaba airoso el profesor de matemáticas jubilado; ¿es que no hay una palabra en español y hay que recurrir siempre al inglés?

Si Macondo era un lugar tan al albor de los tiempos que para designar las cosas había que señalarlas con el dedo, en nuestro tiempo parece que para el propósito haya que recurrir sí o sí al inglés, decía el instruido y medianamente indignado viejo profesor. ¿Y cómo llamarías tú a ese espacio?, dije yo, poniéndole en un pequeño aprieto, ya que —tal y como ocurre en política— es más fácil criticar y quejarse que proponer soluciones. Al final, tras un pequeño debate, llegamos a la conclusión consensuada de que la más precisa denominación en castellano sería “espacio de trabajo compartido”. Los dos convinimos, pues, que en este caso la precisión del inglés mejora el acto comunicativo en la medida de que es capaz de decir con una sola palabra lo que el español necesita cuatro: un ahorro de tiempo precioso para malgastar haciendo meditación, ver series o ir al psiquiatra, actividades favorecidas por un gran número de jubilados y otros civiles y militares. También acordamos que hay otras expresiones innecesarias y pedantes, como es el caso de “fake news” para decir, simple y llanamente “bulo”.

Tras el encuentro anduve yo meditando acerca de la ingente cantidad de vocablos ingleses que se van introduciendo en nuestra lengua al tiempo que pensaba en posibles alternativas castellanas.

Gentrificación: Una de las apariciones estrella llegada para quedarse. Viene del inglés gentry, que es esa clase social conocida como establishment, que compra los cottages y las granjas de la campiña inglesa y las reconvierten en casas de fin de semana para desaliento de los locales — entre otras vilezas—.

Bizarro/a: Hasta hace poco significaba valiente, esforzado. Últimamente se ha colado la acepción de raro o extravagante que tiene en inglés y en francés. Raramente dicen algunos hoy raro; prefieren decir bizarro. Bienvenida sea la palabra.

Real Estate: Absolutamente prescindible: Se puede decir en español propiedad inmobiliaria, bienes raíces, inmueble o finca, dependiendo del contexto.

Hub: (léase jab, no jub ni jiub): Otro invitado profuso. Puede ser eficaz en algunos contextos, como en el de un gran aeropuerto en el que se cambia los aviones, ya que en español deberíamos usar algo tan feo como “intercambiador” (prefiero hub de todas todas). En otros contextos está la alternativa “centro logístico” o “centro de operaciones” y para la mayoría de los casos tenemos la estupenda palabra “nodo”, que nada tiene que ver con aquel NoDo de mayúsculas y grises memorias en donde siempre ganaba el Real Madrid.

Cluster: (españolizado como clúster): Me parece una buena adquisición, al menos en su sentido más usado. La alternativa más exacta sería “conglomerado de empresas de ámbito o actividades comunes y generalmente ubicadas en la misma zona”. Olvídense: se quedarían sin aliento mientras otro dice lo mismo con dos sílabas.

Espóiler: Adaptación muy acertada del inglés spoiler, que se refiere a la revelación del desenlace de obras de ficción para lo que en el español no veo alternativa que no sea la fea “destripe”. Lo que muchos usuarios ignoran es que spoil en inglés tiene un campo semántico muy amplio que no se refiere solo al citado. Un spoiler es también el alerón de un coche y spoil puede significar también echar a perder la comida o mimar a un niño (spoiled child, niño mimado), etc.

Data, Big Data: Poco que comentar. Data significa datos, pues es el plural latino (e inglés) de datum. Perfectamente sustituible por “archivo de datos”.

Start Up: Otro invitado conspicuo. Significa empresa incipiente. Así de fácil.

Hacker: No veo una buena alternativa. Podría ser “pirata informático”, pero dado que el término pirata tiene connotaciones negativas y parece ser que hay hackers buenos, prefiero seguir usando la palabra inglesa.

Lease: Arrendamiento, alquiler. Aunque en nuestro país se emplea como alquiler con opción de compra.

He puesto solo las palabras que se me iban ocurriendo de camino a mi casa. Me asomé al coworking y la verdad es que tiene muy buena pinta. Espero y deseo que les vaya muy bien. Me molesta que tras grandes inversiones en trabajo y dinero los negocios vayan mal, aunque debo confesar que no hace mucho que aprendí una nueva expresión que viene usándose en la prensa anglosajona y que quizá se transmita a nuestra habla, al menos en las publicaciones petulantes: “Urban doom loop”, que se podría traducir como “espiral fatalista urbana”, que se viene dando en San Francisco y otras ciudades. El espacio de oficinas se va vaciando a efectos del trabajo en remoto, los ayuntamientos recaudan menos, dan menos servicios y las ciudades se empobrecen y deterioran. Que no ocurra esto. Casi prefiero la gentrificación.

 

Román Rubio

Octubre 2023

             

 


 


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