LAS DIEZ MEJORES… DEL AÑO
Ha llegado el momento del
año de hacer balance. De todo. Listas de los vídeos más vistos,
los libros más leídos, la canción más escuchada, la palabra favorita y, ¿cómo
no?, la de famosos muertos. Como cada año, la lista es nutrida y como cada año
también, se le concede el apelativo de año negro para las letras, la música o
las artes en general. De las pocas cosas buenas que tienen la edad, y yo la
tengo, es que ésta te da perspectiva y con la mía propia os digo, lectores, que
al año que viene se morirán otros, tan relevantes como los de este año o más y
al otro ocurrirá lo mismo y lo mismo al otro y al otro. Y un año te morirás tú
y yo y el vecino que no paga la comunidad. Esto es así. Y cuando tengas mi edad
sonreirás de manera condescendiente
cuando en las redes se desgarren las vestiduras fariseos y plañideras
calificando al año como negro, con la convicción de que todos lo son.
De todas las listas que he
encontrado estos días os muestro mi favorita: el ranking de las 20 películas
españolas menos vistas. La encabeza Manolo
Tena, un extraño en el paraíso, estrenada el 5 de octubre y que fue capaz
de reunir a 4 espectadores y recaudar 14 euros.
Como lo oyen. No conozco más detalles aparte del frío dato sacado de la prensa, pero me ha
dado que pensar: ¿es que Manolo tenía sólo 4 amigos? ¿O quizá tenía más y éstos
entraron gratis? ¿Se conoce la identidad de quienes pagaron? ¿Son conscientes
estos que han sido los únicos en rascarse el bolsillo por ver la peli? ¿Lo
hicieron de manera consciente y deliberada y conservan la entrada como
recuerdo? ¿Cuántas sesiones se mantuvo el film en cartel? Todas estas preguntas
se agolpaban en mi cabeza sin obtener respuesta, de modo que seguí con la
lista. El 27 de octubre se estrenó el documental Contra la impunidad obteniendo las modestas cifras de 6
espectadores y una recaudación de 29 euros. El mismo número de espectadores
(seis) consiguió el documental Cervantes:
la búsqueda, aunque consiguiera recaudar 38 euros en taquilla. La fiesta de los locos con 15
espectadores y 70 euros, Querida Gina
con 17 espectadores y 85 euros y La
muerte en la Alcarria con 45 espectadores y 315 euros siguen en la lista.
¡Alto ahí! Ya sé que la Alcarria es una entrañable región de la España vacía
castigada por la despoblación, pero aun así, me resulta difícil creer que no
hubiera más de 45 personas interesadas en ver el documento. Entre Valencia y
Madrid conozco yo más de esa cantidad de alcarreños dispuestos a dejarse unos
pavos en beneficio de su terruño. Para mi sorpresa, unos puestos más abajo, me
encontré con una película que yo sí había visto. Se trata de L’Ovidi: el making of de la pel-licula que
mai es va fer. Lo cierto es que debo confesar con algo de vergüenza que ni
la vi entera ni pagué por ello. De hecho, vi un trozo en un pase gratuito en el
Aula Magna de la Universidad de mi ciudad adonde me condujo el azar una tediosa
tarde de otoño.
En el mismo reportaje se
citaba la lista de las películas más exitosas, lo que me animó a seguir
leyendo. Para mi sorpresa encontré que la número uno del año fue Un monstruo viene a verme, con 4.6
millones de espectadores y 26.3 millones de euros de taquilla, de la que nunca
había oído hablar. Le seguía Cuerpo de
élite con 1.1 millones y 6.5 millones de recaudación, también desconocida
para mi, seguida por Kiki, el amor se
hace (sin comentarios). En el cuarto puesto estaba Cien
años de perdón, estupenda película que, esta sí, había visto meses atrás con
agrado.
Salí del bar en el que había
leído el periódico sintiéndome un tipo satisfecho de sí mismo porque había
visto una película del grupo de las más comerciales
y otra del de las menos vistas del año. Un tipo equilibrado, ¿no creen? También
me dio por pensar en quién demonios se presta a pagar una película capaz de
convocar en taquilla a 15 o 20 personas el día del estreno, pero eso es otra
historia. Es un misterio como aquel de la financiación de las Diputaciones.
Román Rubio