CALCOS
Es abrumadora la influencia del inglés sobre las
otras lenguas. Y no hablo solo por la cantidad de vocablos con que inundan a
las demás (y no solo al español): big
data, coworking, running, crowfunding, spoiler… sino por los calcos
lingüísticos que impregnan día a día el resto las otras lenguas sin que los
hablantes se den cuenta siquiera. Se trata de palabras o expresiones que se
traducen directamente del inglés como la cada vez más usada “ponerme en tus
zapatos” (to be in yor shoes) por la
tradicional “ponerme en tu piel” o “estar en tu piel”.
En la edición digital de El País de hoy leo un
titular que me llama poderosamente la atención: “Danzar y danzar para remover las más dolorosas heridas”, firmado
por Celina Indhira García Belda. En la imagen, una foto de una clase de danza
formada mayoritariamente por mujeres y liderada por un bailarín negro.
¿”Remover” las heridas dolororas? Por favor; eso es exactamente lo que “no” hay
que hacer. Si acaso, hay que tratar de olvidarlas, sea bailando o haciendo
cualquier otra cosa, para que no sigan haciendo daño.
En la entradilla de la noticia se intuía la solución
al enigma: decía que “El coreógrafo
franco-congoleño Bolewa Sabourin apoya a mujeres víctimas de violencia sexual
mediante el uso del baile, una herramienta poderosa para sobreponerse y
reapropiarse otra vez del propio cuerpo”. Ah, ahora sí que se entiende. Lo
que quería decir la articulista es que con el baile se trataba de paliar,
aliviar, curar o rehabilitarse de la cruel herida de la violencia de género.
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Se trata de un
despiste de la autora?, ¿una errata, quizá? No. En realidad es que la noticia
ha sido trasladada al español sin muchos miramientos desde un medio extranjero.
En inglés “to remove” no significa
remover sino quitar, eliminar. De ahí la metedura de pata, que llega al punto
de invertir el significado de la noticia.
En la misma edición del mismo periódico leo que
Trump, fuente inagotable de exabruptos, arremete ahora contra el reverendo
afroamericano Al Sharpton con el argumento de que este “odia a los blancos y
policías” y que es “un estafador”, a lo que el reverendo contesta con ironía
que “de ser eso cierto, [Trump] me querría en su gabinete”.
Lo que me resultó chocante del artículo que firma
para El País Antonia Laborde es el párrafo en el que dice “…el neoyorquino
[Trump] lo acusó [a Sharpton] de ser un “estafador” y un “alborotador” que
siempre está buscando cómo marcar un punto”. ¿De verdad, entienden eso de “cómo
marcar un punto? ¿Lo han oído alguna vez? ¿No les suena como si quisiera haber
dicho “anotarse un tanto”? No sé a ustedes, pero a mí me suena como a la
traducción literal del inglés “to make a
point” que, entre otras cosas, significa empeñarse en algo o hacerse de
notar. ¿A ustedes no?
Seguiré leyendo el periódico. Seguro que encontraré
algún que otro “calco” del inglés que no reportaré aquí por no aburrirles.
Román Rubio
Julio 2019